Al llegar marzo, nuestros ojos pueden deleitarse con el transitar de la Luna por sus cuatro fases. Además, las conjunciones del satélite natural terrestre “son muy útiles para poder identificar la estrella o el planeta que tenga en sus cercanías”, informó a AIM el director del Planetario de San Luis, Martín Fernández.
En astronomía, explicó Martín Fernández, al hablar de conjunciones “nos referimos a los fenómenos astronómicos en los que, vistos desde nuestra perspectiva visual terrestre, dos astros o más parecen reunirse en el cielo”.
Mencionó además que las conjunciones “son muy útiles para, sabiendo cuál es visualmente lo que llamamos Luna, poder identificar la estrella o el planeta que tenga en sus cercanías”.
En relación a los cambios de fases del satélite natural terrestre, Fernández dijo a esta Agencia que: “Ayer, 3 de marzo, a las 12:23, la Luna ingresó en fase de cuarto menguante, transitando la constelación zodiacal de Escorpio y además en conjunción con la estrella Alfa de esta constelación, llamada Antares, cuyo nombre significa el rival de Marte, por su parecido visual con el planeta rojo”.
El 10 de marzo, “a las 6, la Luna va a ingresar en fase nueva, mientras transite la constelación zodiacal de Acuario”, señaló y aclaró que tránsito significa que “visto desde la Tierra el astro tiene de telón de fondo en el cielo a la constelación de Acuario, en este caso”.
Por otra parte, el 13 de marzo “a las 20:30, la Luna creciente se va a estar viendo en conjunción con el planeta Júpiter. Ambos van a estar teniendo una posición baja hacia el horizonte noroeste, además van a estar transitando la constelación de Aries y, en esta ocasión, vamos a notar que Júpiter luce, a ojo desnudo, parecido a lo que sería una estrella muy luminosa de color blancuzco; además se va a ver hacia la diagonal superior izquierda del satélite natural”.
El 14 de marzo “a las 20:30, la Luna creciente va a estar en conjunción con el cúmulo estelas abierto de las Pléyades, posicionado hacia la diagonal superior derecha del satélite. Este cúmulo pertenece a la constelación zodiacal de Tauro y se recomienda que la observación pueda darse también con binoculares”. Popularmente, las Pléyades son conocidas “como los siete cabritos, siendo a la vista seis o siete estrellas, cuando en realidad son un cúmulo de estrellas reunidos por la gravedad que rondan entre las 400 y 500”.
Para el 17 de marzo, “a 1:11, La Luna ingresará en fase de cuarto creciente mientras transite la constelación boreal –del hemisferio norte- llamada el cochero o Auriga”. Mientras que el 18 de marzo, “a las 20:30, la Luna gibosa creciente va a formar un llamativo triángulo con las estrellas más luminosas de la constelación zodiacal de Géminis –Castor y Polux-“.
El 21 de marzo “a las 20:30, la Luna gibosa creciente va a estar en conjunción con la blancoazulada estrella Régulo –pequeño rey- la más brillante de la constelación zodiacal de Leo. Se verá posicionada hacia la diagonal superior derecha de la Luna”.
Para el 25 de marzo, explicó Fernández, “para las cuatro de la madrugada la Luna va a ingresar en fase llena, transitando la constelación zodiacal de Virgo”; y el 26 del mismo mes, “a las 20:30 horas la Luna gibosa menguante va a estar en conjunción con la estrella Alfa de Virgo, llamada Espika o la espiga de trigo, quien se va a estar posicionado justo arriba del satélite natural”.
Por último, el 29 de marzo “a las 23, la Luna gibosa menguante va a volver a estar en conjunción con la estrella Antares de Escorpio y, en esta ocasión, se va a estar posicionando hacia la diagonal inferior derecha del satélite natural”.
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