Cuando el campo sugiere ya la primavera, cuando la tierra se prepara para florecer, los pueblos andinos celebran el día de la Pachamama, la naturaleza, el cosmos, el ambiente, la madre. El primero de agosto es el momento para ofrecer ofrendas a la tierra, de la que proviene todo. La ceremonia se completa con una ronda de hermandad, donde los presentes se toman de la mano y bailan alrededor del hoyo donde depositaron ofrendas a la Pacha.
La fiesta es, de acuerdo con la cosmovisión de los pueblos tradicionales, el fin de un ciclo y el comienzo de otro, una renovación que la Tierra ofrece a sus hijos.
Los pueblos andinos preservan tenazmente la armonía con el ambiente de que son parte, la "Madre Tierra", Pachamama en quechua y aymara.
"Pacha" es "mundo", de la palabra latina "mundus", que significaba limpio y ordenado, con que se solía aludir a lo mismo que "cosmos" en griego, o sea aquello inteligible, dotado de sentido a diferencia del caos.
La Pachamama no es solo el planeta sino la naturaleza que envuelve al hombre, de la que él es parte, lo sostiene en la vida y lo acoge en su seno en la muerte.
Ella proporciona agua, alimentos, aire, serenidad, armonía, y por eso los andinos la veneran y le rinden tributo.
El primero de agosto los andinos y algunos occidentales que en medio de la desorientación en que ha caído su civilización tratan de recuperar un centro, devuelven simbólicamente a la tierra algo de lo que ella les proporciona: tabaco, chicha, vino, hojas de coca, alimentos.
Todos los pueblos oriundos de nuestro continente tienen una relación reverente con la tierra. Los mapuche honran a Ñuke Mapu literalmente Madre Tierra. No es la tierra geológica sino el ámbito que permite vivir a los mapuche y aspirar a la perfección.
Cada 1 de agosto el pueblo mapuche agradece a Ñuke Mapu por cuidar del pueblo y se comprometen a comportarse como huéspedes de esta tierra, a cuidar de ella y a hacer cuanto puedan para que la vida continúe su marcha natural.
La Pachamama es origen de las cosechas y del ganado, rectora de las estaciones y de la vida.
La celebración comienza con la apertura de la boca de la Pachamama, un pequeño pozo que se adorna con lanas de colores y donde se depositan ofrendas y se adorna con lanas de colores.
La Pacha
En la cosmovisión andina hay dos conceptos principales: uno es Kausay Pacha o cosmos de energía viviente y el otro es Ayni a reciprocidad. En Kausay Pacha, Kausay se puede traducir como energía viviente y Pacha es el continuo espacio-tiempo.
Kausay Pacha es el cosmos constituido a partir de energía viviente, de modo que los fenómenos son formas diferentes de esa energía, tanto los humanos como los animales, las plantas o las estrellas.
Según la tradición andina, cada ser humano puede conectar la semilla de consciencia que tiene adentro y que habitualmente no conoce, con la energía que está afuera de modo que la conexión produzca una germinación o desarrollo natural. Conectar una cosa con otra es una relación, que para los andinos se basa en principio de reciprocidad, Ayni.
Hanak Pacha es el cosmos superior, el Kay Pacha es el cosmos donde estamos nosotros, y el Uku Pacha es el cosmos inferior. Los habitantes del mundo superior están rodeados de energía fina porque han practicado un Ayni perfecto. Los seres de nuestro mundo, el Kay Pacha, a veces honramos al Ayni y generamos energía fina (Sami) pero a veces nos olvidamos de honrarlos y generamos energía pesada o Hucha. Por causa de un Ayni imperfecto nuestro mundo es mezcla de energía fina con pesada: Los habitantes del Uku Pacha o mundo interior no han aprendido a practicar el Ayni y su mundo está lleno de energía pesada.
Pero todo es energía viviente, sea fina o pesada, que no puede ser considerada nunca negativa porque la vida es afirmativa. El Uku Pacha no es un lugar de castigo, no se debe identificar con infierno cristiano. No es el "lugar de los muertos" sino un estado donde los seres están adaptados a desplazarse a su modo, en su medida.
De la Redacción de AIM.
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