Los globos meteorológicos son una parte importante del Sistema Mundial de Observación del clima en tiempo real. Estos globos se usan para medir las condiciones atmosféricas, como presión, humedad, temperatura y dirección/velocidad de los vientos de la atmósfera superior Por Norberto Ovando*. Especial para AIM.
Los globos meteorológicos han sido durante décadas una parte muy importante del Sistema Mundial de Observación, ya que son la principal fuente de datos por encima del suelo. Proporcionan información para vigilar el clima y predecir los cambios atmosféricos. Todos los meteorólogos del mundo utilizan modelos informáticos de previsión que emplean datos provenientes de globos meteorológicos.
Cada día se recogen millones de análisis en todo el mundo: 50 satélites proporcionan información desde el espacio, 1650 boyas y 7300 barcos proporcionan información desde el océano; 4000 aviones, 7300 barcos amarrados y 10.000 estaciones de observación facilitan datos en tierra. A esto se suman casi 1000 globos meteorológicos equipados con radiosondas.
Las radiosondas, que actúan como estaciones en la atmósfera, se fijan a globos aerostáticos y se sueltan simultáneamente desde casi 900 lugares de todo el mundo. Más de dos tercios de las estaciones realizan observaciones a la medianoche y al mediodía del Meridiano de Greenwich. Entre 100 y 200 estaciones realizan observaciones una vez al día.
Los vuelos de los globos duran unas dos horas y realizan mediciones de la presión, la velocidad del viento, la temperatura y la humedad desde justo encima del suelo hasta alturas de hasta 35 km. Pueden recorrer muchos kilómetros antes de que el globo estalle y caiga a tierra en paracaídas.
Los globos sonda son una herramienta clave para recolectar información que se conoce como perfil vertical de la atmósfera. La meteorología aeronáutica también utiliza la información enviada por el globo sonda porque confecciona los pronósticos para los vuelos de aviones.
A prueba de condiciones extremas
Los globos se fabrican con látex de caucho natural o con un látex sintético a base de neopreno. Los globos de látex sintético tienen una velocidad de descomposición mucho más lenta que los de látex de caucho natural, por lo que se prefiere el uso de estos últimos. Los globos se llenan con hidrógeno o helio.
Al soltarse, los globos miden menos de dos metros de ancho. Durante el ascenso, la presión del aire alrededor del globo disminuye, lo que permite que el gas del globo se expanda hasta medir unos seis metros de diámetro.
Las radiosondas acopladas a los globos soportan temperaturas de hasta menos 95°C, humedades relativas de cero a 100 por ciento, presiones atmosféricas bajísimas, hielo, lluvia, tormentas y fuertes vientos.
Un transmisor en la radiosonda envía los datos al equipo de seguimiento en tierra cada uno o dos segundos. Al seguir la posición de la radiosonda, la cual funciona con una pequeña batería, también se puede calcular la velocidad y la dirección del viento.
En las zonas oceánicas, las observaciones de radiosonda las realizan unos 15 buques, que surcan principalmente el Atlántico Norte, equipados con instalaciones automatizadas de sondeo en la atmósfera.
Los datos continuos son la clave para las previsiones precisas
Los expertos investigan constantemente para mejorar las radiosondas y garantizar que puedan realizar mediciones precisas y coherentes. Sin embargo, las mediciones estables y consistentes son vitales para el registro de las condiciones climáticas y es esencial que no hay interrupciones en los datos y que los datos en sí mismos no se ven afectados negativamente por un cambio de tecnología.
Además, hay un esfuerzo constante por producir radiosondas y globos respetuosos con el medio ambiente, identificando materiales que cumplan los requisitos funcionales y sean biodegradables.
Para seguir reforzando la red de globos meteorológicos y la red de observación en superficie, y proporcionar aún más datos a los modelos de previsión meteorológica, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) estableció la Red Mundial Básica de Observaciones (Gbon por sus siglas en inglés) para el intercambio internacional de datos de observación, ya que en nuestro planeta se están dando condiciones meteorológicas y climáticas extremas que están afectando directamente nuestras vidas, esta red es apoyada por el Servicio de Financiamiento de Observaciones Sistemáticas (Soff por sus siglas en inglés).
Si encuentra una radiosonda
Las radiosondas son lanzadas por distintos clientes, institutos climáticos, organizaciones ambientales y de investigación o fuerzas armadas. En las mismas se colocan instrucciones sobre cómo desecharlas o devolverlas.
Las radiosondas, que son un poco más grandes que un celular, pueden pesar unos 250 gramos. También están equipadas con GPS, que permite a los científicos rastrear su posición, proporcionando información sobre la velocidad y la dirección del viento.
La radiosonda encontrada no representa ningún peligro para usted. Si encuentra instrucciones en la cubierta de la radiosonda sobre la devolución del dispositivo, por favor sígalas. Si desea conservar la radiosonda, quite y recicle las baterías. Si no encuentra instrucciones para devolver el dispositivo y no desea conservarlo, siga los lineamientos del país para la eliminación de desechos electrónicos. Los restos del globo, si existen, pueden desecharse con los depósitos domésticos.
Fuente: OMM/Aapn
* Presidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales (Aapn)
Experto Comisiones Mundial de Áreas Protegidas (Wcpa) y,
Educación y Comunicación (CEC)
Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Iucn)
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