Saltar menúes de navegación e información institucional Teclas de acceso rápido

El clima hoy en:

-

- -

El dólar hoy: (BCRA)

$984,5 / $1024,

Caleidoscopio
Caleidoscopio

Los vaivenes de la lucha de clases

"La historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de las luchas de clases", es el primer párrafo del manifiesto del partido comunista, publicado por Marx y Engels en 1847. La tesis fue atacada de entrada por el clero y los jerarcas de los Estados europeos que el mismo documento menciona; y luego, con más argumentos y cabeza ya un poco refrescada por los años, por los liberales de diversos matices, que suelen atribuir a los adversarios los desajustes y desventuras de que ellos son los únicos autores.
La lucha de clases, como reconoce Warren, no se interrumpió nunca, solo de desplazó y se disimuló bajo los populismos.La lucha de clases, como reconoce Warren, no se interrumpió nunca, solo de desplazó y se disimuló bajo los populismos.

Pero hace poco se produjo un hecho notable: un gran multimillonario, un miembro la de crema de la elite neoliberal, admitió quizá por chochez o quizá porque en la embriaguez del triunfo piense que ya no tiene nada que ocultar, que hay clases y lucha de clases y la están ganando los ricos.

Warren Buffet declaró a la prensa: “there’s class warfare, all right, but it’s my class, the rich class, that’s making war, and we’re winning". O sea, traducido, "La lucha de clases existe, de acuerdo, pero es mi clase, la de los ricos, la que hace la guerra y la está ganando".

Hijo y nieto de almaceneros
Warren Buffet es un "filántropo" estadounidense de 90 años a la fecha, hijo y nieto de almaceneros pobres, con una fortuna actual estimada en unos 100.000 millones de dólares, la segunda del mundo.

El mismo y los de su condición, como Bill Gates por ejemplo, son una variante rara de la filantropía. Se proponen disminuir la población mundial de 7.500 a 500 millones, de modo de evitar la presión de las poblaciones autóctonas sobre los recursos naturales con el fin de reservarlos para los Estados Unidos. Aman la humanidad, según la definición de filántropo, pero muerta. Los oligarcas argentinos también dedicaron poemas, novelas y monumentos al gaucho, siempre que fuera gaucho muerto, porque al vivo había que convertirlo en peón de estancia o matarlo.

En 2008, la revista Forbes puso a Buffet como el hombre más rico del mundo y ahí se mantiene con subas y bajas momentáneas. Es integrante de un grupo de ocho personas que tienen la misma cantidad de dinero que la mitad más pobre de la población del mundo.

Reparto de dolor
Sobre este tema, un ministro español resumió la situación de desequilibrio a que hemos llegado y que empeora a medida que Warren y los suyos perfeccionan su victoria: "gobernar es repartir dolor", quizá haciendo referencia a los impuestos, que expropian la mitad de los ingresos de los pobres, al desempleo, la marginalidad, al hacinamiento en las ciudades, al costo de los servicios médicos y otras miserias del siglo.

La fauna liberal
Desde que Margaret Thatcher y Ronald Reagan adoptaron los consejos de Milton Friedman, que debutó en Sudamérica con Pinochet en Chile, se declaró "no hay alternativa", posición que pareció excelente a los neoliberales, ordoliberales, socialistas de mercado, austríacos, capitalistas libertarios, anarcocapitalistas, etc; en suma una variada fauna de ideólogos formados en "think tanks" de los países ricos.

Se trataba de un determinismo social impuesto por el poder en base al darwinismo social usado con fines criminales por sociólogos, economistas y políticos de todo el mundo, deseosos de hacer carrera agradando al poder.

Ese determinismo está implícito a la vista en la doctrina del neoliberalismo, que sigue contestando con un sencillo “No hay alternativa” a los reclamos de ciudadanos y súbditos desorientados y temerosos. Los pedidos de ayuda, a veces gritos, dirigidos al poder político, auxiliar del económico, son devueltos como hicieron los nazis con un sencillo “destinatario desconocido”

Los nazis, cuando habían lanzado la persecución de los opositores en Alemania, solían devolver las cartas dirigidas a ellos desde el extranjero con la leyenda impresa con un sello: "Adressat unbekannt", vale decir: "destinatario desconocido", lo que equivalía a muerto.

Ni el nombre
Y es desconocido porque a los vencidos apenas se les reconoce el nombre, que en los comienzos de la modernidad fue impuesto por el poder de ahora, entonces en ciernes, para poder cobrar impuestos con más facilidad. Hoy cada uno de nosotros aparece en la pantalla las computadoras inmediatamente con nombre, apellido, dirección, documento, cuit o cuil y todos los datos necesarios para hacerle pagar las gabelas y mantenerlo bajo control.

El hambre de los banqueros
El capitalismo provoca burbujas, como llama a las explosiones especulativas, en los Estados Unidos y en Europa y ahora también en países como Brasil

Cuando esta especulación delirante estalla, salvan a los bancos con los impuestos de las clases medias. En 2008 les entregaron dólares que venía pidiendo la FAO y que eran suficientes para eliminar el hambre del mundo durante cinco siglos.

Los bancos alimentaron su propia gula sin dejar caer una moneda en el patio de los hambrientos. Para curarse en salud, ahora que se sentían a salvo, prometieron no incurrir más en préstamos "basura" para especular con viviendas y suspendieron los créditos. El resultado fue el derrumbe de la actividad económica, que sin créditos no subsiste

El ajuste sin fin
Las clases medias en rápido retroceso son expropiadas con políticas de austeridad y recortes, presentadas como virtuosas, cuyo resultado es la "brecha" que algunos ciegos entienden como un problema moral que pretenden corregir recomendado buena conducta.

Los recortes no son necesarios sino como armas de una guerra ideológica, La lucha de clases, como reconoce Warren, no se interrumpió nunca, solo de desplazó y se disimuló bajo los populismos, que prestaron un gran servicio al capital al proponer la conciliación social, la colaboración de clases.

La lucha social y política es ahora entre clases medias y una oligarquía minoritaria de gentes muy ricas, como antes de la revolución francesa.

No hay capitalismo popular ni adecentado ni posibilidad de "humanizarlo": hay economía criminal disimulada y quienes participan del juego con la fantasía de mejorarlo son criminales sin quererlo.
De la Redacción de AIM.

Ajuste lucha clases clase media Warren  Buffet política

Dejá tu comentario sobre esta nota

Artículos Relacionados

Teclas de acceso