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Caleidoscopio
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Posmodernos cazados

En sus punzantes críticas a Hegel, Arthur Schopenhauer dijo respecto de los filósofos alemanes de su tiempo que escribían pesados textos de 500 páginas en un lenguaje incomprensible, lo que hacía pensar a los ingenuos que eran personas de pensamiento profundo, dignas de reverencia.

Agregaba luego que si fuera posible obligarlos a hablar sencillo y derecho, esas 500 páginas farragosas se convertirían en apenas unas pocas, que no dirían casi nada.
La opinión de Schopenhauer en este punto estaba influida por sus vicisitudes personales contra los que llamaba "filósofos de cátedra" o "criaturas ministeriales" que preferían el favor del Estado a la verdad.

La costumbre de enturbiar las aguas para que parezcan profundas tiene ahora tanta o más vigencia que antes, como se puede apreciar en los textos posmodernos, sobre todo los franceses.

Física cuántica y ¡cuánta macana!
Alan David Sokal es un profesor de física de la Universidad de Nueva York que puso a prueba a los editores de la revista posmoderna de ciencia y humanismo "Social Text".
En 1996 envió un artículo pseudocientífico a la revista lleno de sinsentidos colocados a propósito, con la precaución de que la nota sonara creíble a lectores y editores pero con la intención de dejar al descubierto sus prejuicios ideológicos.

El artículo de Sokal era algo macarrónico y usaba el estilo artificiosamente complejo y oscuro que él pretendía combatir. Era disparatado desde el título: "Transgrediendo los límites: hacia una hermenéutica transformativa de la gravedad cuántica".

Social Text, revista posmoderna con pretensiones científicas, tenía un prestigio que sin duda no merecía; publicó la nota de Sokal en el número de primavera-verano de 1998.

La idea científicamente absurda con que Sokal puso a prueba la probidad, la racionalidad, el equilibrio y la penetración intelectual de los editores de Social Text era que la gravedad cuántica era un "constructo" social, algo que existe solo porque las personas creen que existe.

La creencia desmedida en los "constructos sociales" es moda hoy, cuando parece que basta autopercibirse para ser sin más lo que se percibe.

Esta posición suele ser defendida por sus creyentes con un fervor intransigente proporcional a la falta de razón que sospechan en el fondo, sin querer averiguar más por temor a tocar fondo.

Los editores reaccionaron acusando a Sokal de "traición fraudulenta de la confianza". Pero Sokal replicó que les gustó el texto porque les gustó la conclusión: "El contenido y metodología de la ciencia posmoderna provee potente apoyo intelectual para proyectos políticos progresistas; pensaron al parecer que no era necesario analizar la calidad de la evidencia, la convicción de los argumentos o la relevancia de los razonamientos para obtener la conclusión pretendida”

El entusiasmo hegemónico
Sokal quiso hacer evidente la falta de rigor de ese tipo de pensamiento, que hoy amenaza con volverse hegemónico. Dijo que su trabajo quería "poner a prueba el ‘Zeitgeist’ (espíritu de la época) ciertamente oscuro que hemos llamado posmodernismo”.

Tan pronto vio aparecer su artículo en Social Text, anunció en otra revista, "Lingua Franca", que se trataba de un engaño donde podían caer los entusiastas, pero no los que pueden ponderar los datos sin sesgos ni prejuicios.

El texto era un pastiche en jerga posmoderna, abundante en reseñas aduladoras y frases grandielocuentes fuera de contexto y dentro del sinsentido.
Por esos años, los catedráticos elaboraban la "ciencia cognitiva". Uno de ellos, el profesor Zenon Pylyshyn, se confiesa confundido por la extrema familiaridad de la percepción, y entiende que es posible orientarse considerando el problema "en términos computacionales": "Un modo de neutralizar el efecto cegador de esta intimidad de nuestra experiencia fenoménica es trasponer el problema a un dominio ajeno. El dominio que a mí me ha parecido más útil es considerar el problema en términos computacionales".

Ya que ve una salida en la computación, podemos dejar tecleando al profesor, aunque sin abandonar del todo la idea de que poner por delante la "autopercepción" para autodefinirse puede ser ceguera ante "la extrema familiaridad de la percepción".

Tanto mejor la claridad
La misma acusación contra Schopenhauer de vituperar la oscuridad de Hegel por la diferente suerte académica de cada uno, se ha hecho por distintas razones entre otros contra Mario Bunge, que ha insistido en que la claridad posible es una obligación, y ha dirigido críticas hirientes por ejemplo contra Freud y el psicoanálisis -al que niega condición científica- y contra Heidegger.

A éste lo considera un charlatán más que un filósofo, y pone por ejemplo algunas expresiones como "el mundo mundea", o "la nada nadea" que toma como frases absurdas y vacías de contenido.

Aclaremos no obstante que "Das Nichts nichtet", la expresión de Heidegger traducida como "la nada nadea", se refiere a una "Nichts" (nada), que en alemán alude a una experiencia concreta, a un agente y no sólo a una privación; por eso "nichtet" es "anula", "nulifica", "aniquila", "nadea". Por ser también un agente activo, Nichts puede ser sujeto de una proposición donde "nadea". Una ilustración literaria impresionante de "nadear" es la novela "La historia interminable" de Michael Ende.
Para Sokal, el posmodernismo hoy de moda y en trance de convertirse en hegemónico se caracteriza por "elaboraciones teóricas desconectadas de cualquier prueba empírica, y por un relativismo cognitivo y cultural que considera que la ciencia no es nada más que una narración, un mito o una construcción social".
Sokal trata de mostrar que algunos filósofos posmodernos, más alabados que comprendidos, tienen sólo ideas vagas de las cuestiones científicas; incorporan a sus divagaciones ideas científicas sin justificación empírica y usan términos técnicos en avalancha solo para impresionar hasta llegar a la intoxicación verbal.
Pone como ejemplo a Jacques Lacan, que se vanagloria de usar "la topología (rama de las matemáticas) más reciente", o a Bruno Latour, que sugiere haberle enseñado algo a Einstein.

Lacan en solfa
Sokal toma de Lacan este galimatías psicológico-matemático: "Es así como el órgano eréctil viene a simbolizar el lugar del goce, no en sí mismo, ni siquiera en forma de imagen, sino como parte que falta de la imagen deseada: de ahí que sea el equivalente de la raíz cuadrada de (-1) del significado obtenido más arriba, del goce que restituye, a través del coeficiente de su enunciado, a la función de falta de significante:(-1)"

Sin juramento podemos creerle cuando afirma que esta frase y muchas otras similares, de éste y otros autores, son "burlas al lector".

Sokal sospecha que Lacan confunde los números imaginarios con los irracionales por algunos comentarios a la raíz cuadrada de -1, que es la unidad imaginaria.
Aclara que su finalidad es mostrar que "el rey está desnudo, y la reina también", y que no pretende refutar ni disminuir a la filosofía ni las ciencias sociales, sino solo poner en guardia contra la charlatanería y la credulidad.
De la Redacción de AIM.

Filosofos Sokal lacan ciencias sociales Hegel Arthur Schopenhauer

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