La cultura viva comunitaria “es un hecho transformador”, afirmó a AIM Ricardo Rodríguez, integrante de la biblioteca popular Caminantes, quien aseguró que ese tipo de movimiento “comunitaria no se compite entre organizaciones ni propuestas, sino que existe un ánimo de interés colaborativo, ya que todas ganamos si estamos juntas”.
Con otro paradigma emerge algo ancestral en los territorios latinoamericanos: la cultura viva popular, que se expande cual rizoma, ganando los barrios y las calles de las ciudades del continente. El movimiento de cultura viva comunitaria “existe en toda Latinoamérica: es un movimiento de movimientos, una organización de organizaciones, una red de redes, es decir, son colectivos con base cultural en los más variados sectores, pero fundamentalmente, en los populares”, contó a esta Agencia el gestor cultural, quien recordó que “es una de las cosas más antiguas que existe y nació con la ronda de personas alrededor de un fuego, quienes se manifestaban a través de su canto, de un tambor o dibujos en las piedras su necesidad de expresarse artísticamente y eso fue orientándose hacia otras disciplinas”.
En ese sentido, precisó que “se trabaja de manera mancomunada para incluir a las más variadas actividades artísticas y culturales desde la base: murgas, bibliotecas populares, circos y distintos proyectos, alternativas e iniciativas de tipo cultural y popular”, donde no se compite, como promueve el capitalismo, sino que se unen fuerzas para crecer, sostenerse y acompañarse.
Es que la cultura comunitaria “es una de las cosas más antiguas que existe y nació con la ronda de personas alrededor de un fuego, quienes se manifestaban a través de su canto, de un tambor o dibujos en las piedras su necesidad de expresarse artísticamente y eso fue orientándose hacia otras disciplinas. Trata de no sintetizar la cultura a lo meramente artístico (del escenario, del evento, del cenital iluminando a alguien) sino teniendo en cuenta la raíz cultural de los pueblos, comunidades y su razón de ser, es decir, por qué nacieron y existen”.
“Hoy miles de personas, fundamentalmente, jóvenes se nuclean en organizaciones que pertenecen al movimiento de cultura viva comunitaria para propiciar de lo colectivo y comunitario y para que tengan fuerza y expresión los reclamos por una cultura más popular, que plantee los objetivos del ‘buen vivir’ que no es más que este término (andino-amazónico) de nuestras comunidades originarias que dice que hay que vivir en armonía entre los seres humanos, con los animales y la madre tierra”.
Así, la cultura viva popular “es un movimiento que avanza expresándose artísticamente sin dejar de reclamar lo que la cultura popular necesita”, por lo que el movimiento “hoy aspira (más allá de su extensión continental) a que toda esa fuerza sirva para que el 0,1 por ciento de los presupuestos se destine a cultura y de eso el 0,01 respalde la cultura comunitaria”.
Dejá tu comentario sobre esta nota