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Caleidoscopio
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Semillas del futuro

Los indígenas hopi viven ahora en una reserva un poco más grande que el departamento Paraná en Arizona, Estados Unidos. "Hopi" es un acortamiento de Hopituh Shi-nu-mu, que se traduce por "la gente pacífica", la que se sabe comportar a diferencia de los que viven de los frutos de la codicia y del saqueo. Los hopí conservan una "piedra de la profecía" que alude a ciclos pasados y a la posibilidad de que el actual esté próximo a terminar, a agotar sus posibilidades.

Consultado por científicos sobre la cuestión del ciclo actual, que amenaza acabar con catástrofe, un sabio de la tribu hopi dijo con gentileza que la "piedra de la profecía", con dibujos milenarios que deben ser interpretados, no contenía en realidad profecías; incluso en el idioma hopi no hay ninguna palabra para "profecía", sino "conocimientos tradicionales", esto es, una sabiduría "apurusheia" como dicen los hindúes, de origen no humano pero tampoco divino.

Los hopi aluden al fin del "ceremonialismo", cuando la estrella azul (fuente de la luz que se identifica con el conocimiento) "suspenda la fe" y se produzca una revelación. Entonces, ante la visión directa, la intuición intelectual pura, el saber reemplazará al creer y serán innecesarias la fe y las ceremonias. El ciclo actual se agotará; el tiempo, que se ha venido acelerando, se detendrá y comenzará un ciclo nuevo.

El sabio hopi informó pausadamente que los Estados Unidos, el gran enemigo de los hopi, hoy adversario de muchos otros pueblos del mundo, será destruido, tierra y personas.

"Aquellos que están en paz en sus corazones ya están en el gran abrigo de la vida. No hay refugio para la maldad. Solo las personas materialistas buscan hacer refugios (contra la destrucción inminente).

Aquellos que no toman parte en la división del mundo por ideologías están listos para reasumir vida en otro mundo, ya sean de raza negra, blanca, roja o amarilla. Todos son uno".

Según los hopi el fin del ciclo actual es anticipado por una canción cantada durante la ceremonia Wuwuchim, de regreso a la plenitud espiritual, que requiere de una ejecución perfecta. Fue cantada en 1914, justo antes de la I Guerra Mundial, y, de nuevo en 1940 al inicio de la II Guerra Mundial, describiendo la desunión, la corrupción y el odio que se extienden por el mundo.

Para los hopi está terminando el cuarto ciclo cuyo conocimiento les legaron sus antepasados y está comenzando el quinto.

Antes del fin de cuarto ciclo "la naturaleza nos hablará con su poderoso soplo de viento". Habrá grandes desastres, cambios en las estaciones y el clima, desaparecerá la vida silvestre y habrá hambre, corrupción y confusión entre los líderes y la gente de todo el mundo. Entonces "habrá guerras como tormentas".

Para los hopi y los pueblos tradicionales en general, un ciclo es el proceso de desarrollo de un estado de la manifestación, de una manera particular de existir del cosmos. Esto significa que se trata del mundo del devenir, no de la realidad esencial, y por lo tanto le conviene la forma temporal.

Los etnólogos han establecido que los hopi provienen de Mesoamérica, pero ellos dicen haber brotado de la tierra, lo que significa que son sus hijos. Un canto tradicional al maíz -también hijo de la tierra- alude a un ciclo muy cercano: "El sol aparece cada día/y cada día se derrumba".

El Ser no está sujeto a ciclos; pero su manifestación, su desarrollo según las modalidades del tiempo, el espacio y la causalidad puede concebirse de modo temporal, cronológico, como etapas que se suceden aunque estén todas contenidas sintéticamente en la unidad.

Si los ciclos se desarrollan en el tiempo es porque el tiempo es un componente propio de nuestro mundo, pero podría no serlo en el caso de otros mundos, de otra combinación de posibles en que no obstante también habría ciclos, aunque sin ordenación cronológica.

Para nosotros es casi imposible pensar nada fuera del tiempo, pero la física moderna ha abierto la puerta a este tipo de consideraciones sin tener que rechazarlas de entrada como absurdas o "místicas".

Solo como ejemplo, recordemos algunas especulaciones sobre la deformación del espacio-tiempo en la vecindad de un agujero negro, al punto que la "dilatación" o curvatura del tiempo ha hecho posible las ideas fantásticas de viajes usando ya sea velocidades cercanas a la de la luz o fuerzas de gravedad enormes, como las que genera la densidad material infinita de la singularidad en un agujero negro. En esos viajes, en condiciones que por ahora no podemos imaginar, el tiempo de detendría de modo que alguien que creyó vivir un día, de vuelta al lugar de que partió vería que en él pasaron siglos.

En una bella imagen simbólica, que expresa la relación necesaria entre todos los planos del cosmos, los hopi aluden a un cambio que se está produciendo en la Tierra. "Las formas de plantas de mundos previos (de ciclos pasados) están comenzando a brotar como semillas". Para ellos, esto podría derivar, si hubiera conciencia suficiente, en una nueva botánica, porque "la misma clase de semillas están siendo plantadas en el cielo como estrellas y en nuestros corazones. Todo esto es lo mismo, dependiendo cómo cada uno lo vea"

Las semillas son los gérmenes del mundo nuevo, que aparecen en cada plano de existencia según su modalidad propia, en la Tierra como semillas, en las estrellas como fulguraciones y en nuestros corazones como visiones anticipadas del ciclo nuevo.

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