Las tendencias actuales, marcadas por perspectivas de conflictos cada vez más extensos e intensos, afirman que en tres décadas el 70 por ciento de la población vivirá en ciudades de un mundo recalentado y escaso de energía.
Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde), un organismo de cooperación internacional de 38 estados que procuran coordinar sus políticas económicas y sociales, ilustra un panorama desalentador para 2050.
El estudio predice una población mundial de cerca de 9.000 millones de habitantes y un producto bruto cuatro veces mayor al actual.
Ese crecimiento hará necesario aumentar el 80% la disponibilidad de energía con el 85 por ciento de la matriz energética todavía dependiente del carbón, el petróleo y el gas.
Si estas previsiones se concretan, resultará un calentamiento global de 6º C para fin del siglo XXI. Junto a otros efectos del crecimiento de la población mundial sobre la biodiversidad, el agua y la salud, la degradación del medioambiente traerá consecuencias que pondrán en peligro dos siglos de niveles de vida crecientes.
Ciudades apretadas
Los centros urbanos sufrirán las peores consecuencias del crecimiento mundial. En 2050, el 70% de la población vivirá en pueblos y ciudades, contra el 50 por ciento actual.
A diferencia de lo que ocurre ahora, serán los centros urbanos con menos de medio millón de habitantes los que crecerán más rápido para 2050. Por otro lado, se estima que la población rural mundial decrezca en 600 millones de personas.
El crecimiento económico será casi universal, la participación de los 38 países de la OCDE decrecerá del 54% hace una década a menos del 32 por ciento en 2050.
Mientras el PBI de China superará al de Estados Unidos en 2050, lo mismo hará India. La India tiene tanta población como China, y si bien una buena proporción es muy pobre, tiene una elite de 200 millones de personas muy desarrollada tecnológicamente y muy creativa.
Envejecimiento
Un cuarto de la población de los países de la Ocde tendrá más de 65 años ya a mitad de siglo. Las poblaciones de China e India también envejecerán y el informe incluso predice que la fuerza de trabajo de China se contraerá.
La población de Japón y Corea, así como de otras partes de Europa decrecerá, aunque la tendencia no será la misma en Canadá y Estado Unidos. En los países norteamericanos la inmigración mantendrá el crecimiento de la población.
Cuando los últimos sean los primeros
Pero tal vez la predicción más llamativa sea la del crecimiento de la población de los países que no pertenecen ni a la Ocde ni al Briics. En “el resto del mundo”, como lo denomina el informe, se espera que la población crezca un promedio de 1,3 por ciento por año.
Entre 2030 y 2050, los países de África Subsahariana tendrán tasas de crecimiento más altas, que rondarán el seis por ciento anual, frente a un 2 por ciento para los países de la Ocde.
El boom se deberá en parte al rápido crecimiento de la población joven del continente africano que, aún así, seguirá siendo el menos saludable en el mundo.
Energía insuficiente
Los combustibles fósiles continuarán siendo más baratos que las fuentes de energía renovable. El informe predice un crecimiento anual de 0,5 por ciento del consumo de petróleo y de 1,8 por ciento para el carbón y gas natural.
Sin embargo, se espera que la producción de petróleo y gas alcance su nivel más alto en 2050.
Este no será el caso del carbón. Las regiones ricas en este mineral coinciden con las áreas de fuerte crecimiento económico. A su vez, la energía nuclear, los biocombustibles y fuentes de energía renovable crecerán sostenidamente.
Más calor y más muertes
De la mano del incremento de consumo de energía vendrá el aumento de energía orientada a las emisiones de dióxido de carbono (70 por ciento más) y un crecimiento global de emisiones de gas de efecto invernadero (50 por ciento).
Los niveles de contaminación del aire serán la causa principal de mortalidad prematura en todo el mundo, superando a los de contaminación del agua y falta de salubridad. Ascenderá a 3,6 millones de muertes por año, sobre todo en China e India.
El agua escasea
Los recursos naturales del planeta sufrirán una tensión sin precedentes, cuando la demanda de agua crezca en 55 por ciento en 2050, incluyendo un aumento del 400 por ciento en la demanda de agua embotellada.
Y si bien el número de personas con acceso a “agua mejorada” debería crecer, el informe proyecta que para ese año 1.400 millones de personas no contarán con condiciones básicas de sanidad. Porque “mejorada” no es lo mismo que “suficientemente buena”.
El informe advierte que la acción inmediata no solo tiene sentido para el medioambiente, sino también para la economía. Aunque los datos son muchos, el mensaje de la Ocde es uno solo: la inacción ya no es aceptable.
De la Redacción de AIM.
Dejá tu comentario sobre esta nota