Los bancos tienen la obligación de informar los movimientos de las cuentas y las tarjetas de crédito a partir de un monto mínimo.
En una economía que tiene varios focos de incendio y con la ministra Silvina Batakis que recién se suma al cargo con mucho por hacer, una de las respuestas por parte de la gente para afrontar la crisis es recurrir al uso de las tarjetas de créditos para hacer consumos tanto en moneda local como en dólares.
Según un informe, las transacciones con tarjeta de crédito registraron un saldo de $1.610.507 millones en junio, lo que significó un aumento del 7,8% respecto al cierre del mes anterior, unos $117.077 millones por encima de mayo y seguramente superior a la inflación esperada.
Como es sabido, las entidades bancarias tienen la responsabilidad de informar los movimientos de las cuentas y las tarjetas de crédito de los usuarios a partir de un monto mínimo de consumo, que fue dado a conocer por la AFIP recientemente.
El piso de $30.000 se elevó a $90.000, es decir que es la nueva cifra mínima para informar las acreditaciones, extracciones, saldos de las cuentas y los depósitos a plazo fijo.
Ahora, podrán agilizar las operaciones y, a su vez, recibirán información automática y permanente de las acreditaciones mensuales, extracciones, saldos de las cuentas, los depósitos a plazo y consumos con tarjetas.
La suba de las tasas de interés del Banco Central de la República Argentina (BCRA) tendrá impacto en el costo de financiarse a través de las tarjetas de crédito, ya que el tope de la tasa nominal anual pasó del 43% a 49% desde casi principios de año.
Por otra parte, la casa madre monetaria subió los tipos de interés para las Leliq (Letras de Liquidez) y los plazos fijos. Eso obligó a mover la tasa nominal anual a 49% y, como es el máximo aplicable, queda en cada entidad la posibilidad de aplicar un interés menor.