Límite a la cantidad de changuitos, reforzamiento de personal, más distancia entre cliente y cliente en las líneas de caja y mayor velocidad en la reposición en las góndolas. Estas son algunas de las medidas de emergencia que toman supermercados y mayoristas para afrontar el pico de demanda de los últimos días, debido a la psicosis del coronavirus.
Fuentes del sector coinciden que desde el jueves pasado, una multitud viene arrasando con productos de higiene personal, limpieza y no perecederos de todo tipo, en una estrategia de abastecimiento preventivo frente a una eventual cuarentena obligatoria. "Hay comercios que el domingo vendieron casi lo mismo que en vísperas de Navidad", graficó un directivo ligado a la industria del retail.
Ante el vendaval y el fantasma del desabastecimiento, las principales compañías comerciales ya conformaron sus comités de crisis. Walmart y el mayorista Vital, por ejemplo, establecieron un tope de hasta 200 changuitos a la vez "para evitar desbordes en los locales", explica Eduardo Pochinki, director de Vital, una cadena con 20 puntos de ventas distribuidos en todo el país. En estos días pero sobre todo en el último fin de semana, "triplicamos las ventas y en algunas sucursales registramos quiebres de stock en mercaderías sensibles, como alcohol, lavandinas y papel higiénico", añadió el empresario.
No sólo eso. A tono con la incertidumbre de los posibles contagios, las tiendas de mayores superficies tratan de evitar los amontonamientos y monitorean la limpieza en accesos, cajas y baños. Juan Pablo Quiroga, gerente de Relaciones Institucionales de Walmart, cuenta que se demarcaron espacios de 1,5 metros en las líneas de caja para mantener las distancias entre changuitos, como así también se instalaron "paneles de acrílico que separan los cajeros de los clientes", todo para prevenir riesgos.
Analistas y empresarios coinciden en que los dichos del presidente, Alberto Fernández este fin de semana ("hay que parar la Argentina por 10 días") produjeron un efecto cascada, ya que fue interpretado como la imposición inminente de una cuarentena obligatoria de alcance general. A esto se suman las medidas restrictivas que tomó el Gobierno para contener el avance de la pandemia.
"Todos están armando un plan de crisis y reforzaron las compras a los grandes proveedores", sintetizó Alejandro Rodríguez, gerente general de GS1, la entidad que regula los estándares para logística, como el código de barras. La prioridad para las cadenas, hoy, es garantizar el normal abastecimiento en las góndolas. Y aquietar los ánimos sobresaltados de una población angustiada por el avance del coronavirus.
Víctor Fera, presidente de Maxiconsumo, considera que el panorama actual se asemeja a una corrida bancaria. "En los últimos días hubo más gente que de costumbre" y que vendieron "un poco más del doble de lo habitual". Sin embargo, después de una recorrida por algunos de sus 36 locales, dijo que este lunes "la cosa estaba un poco más tranquila" porque "la gente se da cuenta que hay mercadería".
De todos modos, el empresario reconoció que hay mucho más movimiento que lo habitual y que su empresa tomó medidas, como extender los horarios de atención al público. Carrefour, la mayor cadena de retail del país, también dispuso extender los horarios y en sus Market (su formato mediano) instaló una línea telefónica exclusiva para efectuar envíos a domicilio. El eCommerce se dispara. Una fuente de una cadena nacional ejemplificó que las ventas electrónicas "se multiplicaron por seis".
La Federación Argentina de Comercio (Faecys) y la Asociación Supermercados Unidos (ASU) emitieron el lunes por la tarde un comunicado conjunto en la que se comprometen a trabajar en conjunto para enfrentar la crisis. Entre otras cosas, el gremio y la cámara sectorial consensuaron acciones de higiene en todos los locales de las cadenas.