El rubro de Restaurantes y Hoteles fue uno de los que registraron las menores variaciones en marzo de 2024 con un aumento del 8,3 por ciento en sus precios, según cifras publicadas en abril por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), pero así y todo la gastronomía estaría en un momento álgido a las puertas del invierno dado el cambio de prioridades en el consumo.
De hecho, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) registró una caída del 22,1 por ciento en las ventas minoristas desde que arrancó 2024.
Gastronomía en baja
Con una inflación del 11 por ciento en marzo -que se suma al 36,6 por ciento acumulado desde principio de año- no es de extrañarse que en muchos hogares se hayan terminado las salidas a comer a fuera, y de hecho el Estimador Mensual de Actividad Económica (Emae) del Indec da cuenta de una disminución del 1 por ciento en la actividad del rubro Restaurantes y Hoteles en enero de 2024 con respecto al de 2023.
La baja en el consumo en restaurantes y bares viene desde el año pasado, aunque la gastronomía en general había logrado repuntar postpandemia con nuevas propuestas e iniciativas.
Para 2024, entre aumentos de prepagas, servicios, transporte, alquileres y otros gastos fijos, es probable que se mantenga la tendencia de cocinar en casa, aún si cada vez se consumen menos pan y carne, entre otros productos.
El Gobierno nacional festejó la desaceleración de la inflación al contrastar el 11 por ciento de marzo en contraste con el 25 por ciento registrado en diciembre de 2023, tras las primeras medidas económicas, pero el público sigue eligiendo muy cuidadosamente dónde gastar su dinero, y las salidas y actividades recreativas parecen ser las víctimas más obvias.