La suba de los combustibles se viene repitiendo en los últimos meses y mayo no será la excepción. El mes próximo iniciará con un nuevo incremento en los surtidores, que partirá de un piso del 4 por ciento pero que, según la zona del país, podría saltar por encima del 6 por ciento, de acuerdo a estimaciones de distintas cámaras del expendio.
El aumento que viene corresponderá a la cuarta etapa de la actualización de los impuestos al combustible líquido (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) dispuesta por el Ejecutivo con el fin de mejorar la recaudación y, en simultáneo, acercar el precio del combustible argentino a los valores internacionales.
El Gobierno aplicó un ajuste del 4,3 por ciento a principios de este mes, mientras que la suba que viene se encuentra programada para la jornada del 1 de mayo.
Los incrementos que vienen exhibiendo las naftas responden, en gran medida, a la decisión de reinstalar el pago de determinados impuestos a las petroleras.
El impuesto a los combustibles fue creado por ley en 1998 y durante la gestión de Mauricio Macri se dispuso su actualización en forma trimestral, ajustado por la inflación oficial, aunque en 2019 se postergó. Desde julio de 2021 quedó congelado bajo la gestión de Alberto Fernández, hasta que el Gobierno de Javier Milei lo volvió a actualizar en marzo pasado.