Los principales ejecutivos de YPF señalaron este jueves que todavía faltan aumentos de 10 por ciento en los precios de los combustibles (nafta y gasoil).
Fue en una presentación con inversores, la habitual "call conference" trimestral, en la que hablaron sobre el balance 2023 -año en el que la petrolera perdió contablemente 1.277 millones de dólares- y el plan estratégico para los próximos años.
Según dijeron los directivos, la brecha con la paridad de importación se redujo de 28 por ciento a principios de octubre del año pasado al 8 por ciento a fines de diciembre, por los fuertes aumentos que ocurrieron a partir de noviembre. La cifra habría trepado al 10 por ciento recientemente.
La venta de gasoil y nafta en el mercado local representa el 57 por ciento de los ingresos de YPF (casi 10.000 millones de dólares en 2023). Un mejor precio de "realización" implica mayores ganancias operativas. La libertad de mercado y el objetivo de potenciar las exportaciones puede generar un mejor resultado, que compensaría la caída en la demanda por la crisis económica.
La petrolera estatal destinará inversiones en 2024 por 5.000 millones de dólares, de los cuales 3.000 millones de dólares serán para la producción de shale oil y gas (petróleo y gas no convencional) en Vaca Muerta.
La producción de shale oil pasaría de los actuales 97.000 barriles por día (bpd) a 120.000 en 2024 (+24 por ciento) y a 160.000 bpd en 2025.
Por el lado financiero, YPF proyecta cubrir los 1.300 millones de dólares de vencimientos de deuda que tiene este año y tomar otros 1.300 millones de dólares para financiar su plan de inversión, en tanto que el nivel de apalancamiento (deuda neta con relación a su Ebitda) se mantendría entre 1,5 y 1,7 veces.