La organización ecologista WWF alertó hoy sobre la escasa protección que los países de la con costa mediterránea otorgan a ese mar en sus planes de conservación a ese espacio natural.
"En general, la región mediterránea tiene una puntuación baja en protección de la naturaleza", señaló WWF en un comunicado a propósito de un informe publicado hoy por esa plataforma, que recuerda que "el Mediterráneo es la joya de los mares de Europa" pues alberga una de cada diez especies marinas conocidas pese a representar menos del uno por ciento de la superficie oceánica mundial.
Esa ONG ha desarrollado treinta y tres indicadores para puntuar cuatro grandes ejes de la gestión sostenible del Mediterráneo (naturaleza, aspectos socieconómicos, gobernanza e integralidad del plan), que "se está convirtiendo en el mar de más rápido calentamiento y el más salado en nuestro planeta".
Una planificación adecuada, según WWF, debería cumplir el 100 por ciento de los hitos y, sin embargo, los países analizados (Francia, Malta, Eslovenia y España) de los veintidós con litoral mediterráneo arrojan una media del 41 por ciento.
La Directiva de Planificación Espacial Marítima de 2014, desarrollada para gestionar las actividades humanas en mares y océanos, daba de plazo a los Estados miembros de la UE hasta el 31 de marzo de 2021 para presentar sus planes a la Comisión Europea, donde deberían detallar sus estrategias para gestionar esos recursos de forma sostenible.
El objetivo de esos planes es alcanzar un equilibrio sostenible entre la preservación de los ecosistemas marinos y las actividades humanas relacionadas con la pesca, la energía eólica marina, el turismo costero, el petróleo y el gas o la construcción naval.
Sólo seis de los veintidós socios comunitarios con litoral cumplieron en su día con ese plazo (Bélgica, Dinamarca, Países Bajos, Finlandia, Letonia y Portugal).
Y de los siete países de la UE con acceso al Mediterráneo, Croacia, Chipre, Grecia e Italia aún no han completado o entregado los suyos, por lo que el informe de WWF se centra en Francia, Malta, Eslovenia y España, que enviaron sus planes pasada la fecha prevista, y utiliza datos de diciembre de 2022 hasta mayo de 2023.
Según los indicadores de WWF, España puntúa por debajo de la media en dos de los hitos -naturaleza (35,2 frente a la media del 49,7 por ciento), integralidad del plan (37,5 frente al 54,7)- y por encima en los otros dos -aspectos socioeconómicos (42,9 frente a 33,9 por ciento) y gobernanza (50 frente a 48,6 por ciento).
La ONG ecologista, que en su estudio analiza sólo el litoral mediterráneo, subraya que España es el único de los cuatro que no supera el 50 por ciento en la categoría de gobernanza, debido "a su falta de mecanismos o estructuras para la cooperación transfronteriza lo que limita la capacidad para coordinar efectivamente su espacio marítimo".
No obstante, la plataforma ecologista destaca en positivo que España aprobó en 2022 un "Plan estratégico estatal del patrimonio natural y de la biodiversidad a 2030", algo que también ha hecho Francia.
"Ningún otro país tiene planes para proteger la naturaleza o restaurar hábitats degradados de acuerdo con los objetivos de la Estrategia de Biodiversidad de la UE", lamenta WWF.
Esa ONG medioambientalista subraya que facilitar que la naturaleza se recupere supone apoyar "la seguridad alimentaria de los miles de millones de personas cuyos productos del mar están conectados a las aguas europeas".
"Alcanzar el equilibrio entre las actividades humanas sostenibles y los ecosistemas saludables es vital para aliviar los impactos del cambio climático a través del almacenamiento de carbono y la energía renovable", señala la plataforma.
Fuente: Agencia SWI