Es una gran preocupación en muchos de los destinos del Caribe, más en esta época que comienza la temporada de vacaciones de verano en el hemisferio norte: el sargazo invade de las playas y los turistas se alejan.
Se trata de algas marinas que no son dañinas para las personas, de color marrón, que desde 2015 recalan en las playas de la región en cantidades inusuales. Poco estéticas para quienes llegan hasta estas playas en busca de la postal soñada, y por momentos malolientes, las autoridades turísticas de los destinos afectados temen que la acumulación desmedida de sargazo disminuya la llegada de potenciales visitantes.
En Puerto Rico, por ejemplo, se anunciaron medidas para investigar la acumulación de algas sargazo en las costas y los principales destinos turísticos de la isla, incluyendo cuestiones de seguridad y planes de limpieza necesarios para corregir la situación.
"La acumulación de sargazo que se ha producido en los destinos turísticos principales de la isla, lugares como las costas en el municipio de Fajardo, nos mueve a conferir especial atención a esta situación, mediante la radicación de una resolución con el único propósito de hallar soluciones efectivas", indicó a la agencia EFE el presidente de la Comisión de Turismo y Bienestar Social de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, Néstor Alonso y agregó: "Resulta necesario identificar aquellas medidas para evitar que los ecosistemas que componen las bahías bioluminiscentes y los manglares que las rodean reciban el menor impacto adverso posible", añadió.
Por otro lado, en las playas mexicanas el sargazo también genera una fuerte preocupación. "Se tiene que declarar como contingencia nacional porque sin ello no habrá recursos para esto", dijo Brigitta Van Tussenbruek, investigadora de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales de la Universidad Autónoma de México.
Ya los primeros exploradores que viajaban a América daban referencias de esta alga marina marrón. Muchos de ellos cruzaban el Mar de los Sargazos, frente a la costa de Estados Unidos. Dicen que fueron los portugueses que pasaron por allí quienes bautizaron bajo ese nombre a esta alga ya que comparaban esos "bosques oceánicos" con un arbusto al que llamaban sargaço. Incluso, durante mucho tiempo esa zona era temida por ser considerada un cementerio de barcos, ya que vegetación marina densa dificultaba la navegación.
En los últimos años, la llegada de enormes masas de sargazo, desprendidas de aquel Mar de los Sargazos, es algo que empieza a reiterarse con mucha frecuencia en las costas del Caribe, sea en Barbados, Jamaica, Santa Lucía o la Riviera Maya.
Sin embargo estas algas tienen utilidad en la industria farmacéutica, cosmética y alimentaria. La clave está en lograr un equilibrio entre sostener las playas limpias para retener al turista y no desperdiciar los posibles usos -y réditos económicos- que podría tener el sargazo.