Las fuerzas de seguridad brasileñas han logrado recuperar el control deCongreso y del Palacio de Planalto -sede presidencial-, con lo que ya han expulsado a los simpatizantes de Jair Bolsonaro de las sedes de los tres poderes del Estado.
Los agentes de la Policía Militar logró recuperar el control del Congreso a primera hora de la noche empleando medios antidisturbios y granadas aturdidoras, informa ‘O Globo’.
También han desplazado a los asaltantes del Palacio de Planalto, el palacio presidencial, aunque los manifestantes continúan concentrados en la conocida como Explanada de los Ministerios comunica todos estos edificios, ahora contenidos por un cordón de seguridad de los agentes.
Previamente las fuerzas de seguridad habían desalojado a los manifestantes de la sede del Tribunal Supremo Federal, donde han provocado importantes daños materiales.
El gobernador del Distrito Federal de Brasilia Ibaneis Rocha -aliado político del expresidente Jair Bolsonaro-, ha pedido disculpas por la situación “inaceptable” en su distrito.
Rocha se dirigió directamente al presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, en la que se refiere a los asaltantes como “vándalos” y “terroristas”.
“Quiero dirigirme primero al presidente Luiz Inácio Lula da Silva para pedir disculpas por lo que ha ocurrido hoy en nuestra ciudad, al presidente del Tribunal Supremo Federal, a mi querido amigo Arthur Lira -presidente de la Cámara de Diputados-, a mi amigo Rodrigo Pacheco -presidente del Senado-”, dijo Rocha. “Lo que ha pasado es sencillamente inaceptable”, afirmó.
Para Rocha, los asaltantes “son verdaderos vándalos, verdaderos terroristas a los que combatiré para que sean castigados”.
La disculpa legó después de que Lula decretara la intervención federal en Brasilia asumiendo las competencias de seguridad que hasta entonces correspondían a Rocha. El responsable federal como interventor es Ricardo Garcia Cappelli, secretario ejecutivo del ministerio de Justicia.
La Policía Militar confirmó que al menos 170 personas fueron detenidas durante el operativo para retomar elo control de las sedes del Gobierno, asaltadas este domingo por simpatizantes bolsonaristas