El negocio del agua embotellada mueve al año unos 270.000 millones de dólares (unos 252.100 millones de euros), más del doble de lo que habría que invertir para dar acceso a agua potable a las personas que aún carecen de ella, según un informe que alerta de que esta industria se “bebe” los recursos subterráneos de los que viven muchos pueblos, principalmente del Sur Global.
El estudio, elaborado por el Instituto de Agua, Medio Ambiente y Salud de la Universidad de las Naciones Unidas con datos de 109 países, advierte de que entre 2025 y 2030, las ventas de agua envasada (que engloba agua mineral, de manantial y tratada) ascenderán a 500.000 millones de dólares, con lo en unos pocos años prácticamente se duplicarán.
Mientras en los países del Norte Global, este producto es “más un bien un lujo que una necesidad”, pues la mayoría disponen de agua de calidad, en el Sur este mercado crece, fundamentalmente, por la falta o ausencia de un suministro público y fiable.
Desmontando el mito, el agua envasada no es más segura
Pese a las campañas de la industria para promover el concepto de “pureza” de sus productos y desacreditar el agua del grifo por su mala calidad, en su rastreo por el mundo, los autores del informe han identificado múltiples casos de contaminación inorgánica, orgánica y microbiológica de cientos de marcas en países de todas las regiones.
"Esta revisión constituye una prueba fehaciente contra la percepción engañosa de que el agua embotellada es una fuente incuestionablemente segura e indica, claramente, que la calidad puede verse comprometida por el origen del agua o procesos industriales que pueden afectar a la salud humana”.
Aunque reconocen que también existen numerosos ejemplos de mala calidad del agua en el suministro público doméstico, no se pude afirmar que la embotellada es más “segura”, insisten.
En general, critican, los productores de agua envasada han logrado evitar el escrutinio impuesto por normas y reglamentos a los servicios públicos de agua; y ahora, más que nunca, se debe reforzar la legislación que los regula, en especial en lo que respecta a la calidad del agua que venden.
Aguas subterráneas, en peligro de agotamiento
Según la misma fuente, la extracción de agua por parte de la industria puede contribuir al agotamiento de los recursos subterráneos, sobre todo en los países del Sur Global, donde no siempre se dispone de agua potable y en los que este mercado presenta lucrativas posibilidades de expansión.
“La ausencia o debilidad de políticas de regulación del agua en muchos países del Sur Global, junto con el crecimiento del mercado del agua embotellada en ellos, puede aumentar la presión sobre los recursos hídricos locales, con escasa o nula contribución a un agua potable sostenible y fiable a largo plazo”.
Así, en su opinión, la expansión del agua embotellada va en su contra o, al menos, ralentiza el avance hacia la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) en materia del agua, “distrayendo la atención y los recursos de los sistemas públicos de abastecimiento de agua”.
La expansión de este mercado añade el informe, puede afectar negativamente a las inversiones y al papel del Estado en el desarrollo y mejora de las infraestructuras públicas de abastecimiento de agua a largo plazo.
Cuando se establecieron los ODS, en 2015, los expertos cuantificaron en 114.000 millones de dólares al año la inversión necesaria para lograr el objetivo de suministro universal de agua potable en 2030.
Así, proporcionar agua potable a los cerca de 2.000 millones de personas que aún carecen de ella requeriría una inversión anual de menos de la mitad de los 270.000 millones de dólares que ahora gastamos en agua embotellada.
“Esto apunta a un caso global de extrema injusticia social, por el que miles de millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a servicios de agua fiables mientras otros disfrutan de un lujo”, concluye el estudio.
Otras cifras:
– Sólo cinco empresas: PepsiCo, Coca-Cola, Nestlé, Danone y Primo Corporation suman ventas de 65.000 millones de dólares, más del 25 por ciento del total .
– Cada minuto se venden en el mundo más de 1 millón de botellas de agua y al año se consumen 350.000 millones de litros.
– El coste medio de una botella de agua en Norteamérica y Europa ronda los 2,5 dólares, más del doble que en Asia, África y América Latina y Caribe (0,80, 0,90 y 1 dólar). Australia tiene el precio medio más alto: 3,57 dólares por unidad.
– El litro de agua embotellada puede costar entre 150 y 1.000 veces más de lo que se paga a un ayuntamiento por el agua del grifo.
– El mayor segmento de mercado es el agua embotellada tratada (47 por ciento), que suele proceder de sistemas públicos de abastecimiento o de aguas superficiales y que se somete a tratamientos de desinfección como la cloración.
– Los ciudadanos de Asia-Pacífico son los mayores consumidores de agua embotellada, seguidos de norteamericanos y europeos.
– El 60 por ciento de las ventas mundiales se realizan en el Sur Global (Asia-Pacífico, África, América Latina y el Caribe).
– Estados Unidos es el mayor mercado, con cerca de 64.000 millones de dólares en ventas, seguido de China (45.000 millones) e Indonesia (22.000 millones). Entre los tres acaparan casi la mitad de las ventas mundiales.
– Egipto es el mercado de agua embotellada tratada con mayor crecimiento (40 por ciento anual). Otros siete países del Sur Global se encuentran entre los 10 mercados de mayor crecimiento: Argelia, Brasil, Indonesia, Emiratos Árabes Unidos, India, Marruecos y Arabia Saudí.
Fuente: Agencia EFE