El príncipe William llegó este lunes a Israel, para la primera visita oficial de un miembro de la familia real británica al Estado hebreo y los Territorios Palestinos.
El avión de la Royal Air Force del príncipe, procedente de la vecina Jordania, aterrizó a poco después del mediodía en Argentina, en el aeropuerto Ben Gurión, cerca de Tel Aviv.
El príncipe William, segundo en la orden de sucesión al trono británico, no viaja acompañado por su esposa Kate, duquesa de Cambridge, que dio a luz a su tercer hijo hace dos meses.
William se aloja en el hotel King David de Jerusalén, que fue la sede de la administración británica durante su mandato en Palestina, antes de la creación del Estado de Israel, en 1948.
Este martes depositó una corona de flores en el memorial del Holocausto Yad Vashem, antes de reunirse por separado con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y con el presidente Reuven Rivlin.
Un día después será recibido por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, en Ramallah, en la Cisjordania ocupada. También visitará a refugiados y jóvenes palestinos, y el jueves se dedicará a Jerusalén, antes de su partida.
Antes de viajar a Israel, William visitó este lunes la ciudad jordana de Jerash y su sitio arqueológico romano en compañía del príncipe heredero Hussein bin Abdalá y se reunió con niños sirios y jordanos.
Allí, el príncipe, de 36 años, y el príncipe Hussein, de 23, cruzaron el Cardo Maximus, una avenida de 800 metros de largo con columnatas y se detuvieron en el templo de Artemis, construido en el Siglo II.
Escolares sirios y jordanos beneficiarios de un programa de ayuda apoyado por Unicef esperaban a los dos príncipes en el teatro antiguo con cantos y poemas.
En Jordania hay unos 650.000 refugiados sirios registrados por Naciones Unidas desde el inicio de la guerra en su país, en 2011. Amán calcula que son más de 1,3 millones, lo que según las autoridades costó más de 10.000 millones de dólares al reino.