Con una creciente mirada hacia su independencia económica y política, los países africanos buscan romper las cadenas de dependencia colonial. Recursos estratégicos, integración regional y alianzas con el Sur Global son claves en esta nueva etapa.
África está experimentando una transformación que resuena en todo el escenario global. Décadas después del fin del colonialismo formal, muchos países del continente comienzan a tomar medidas decisivas para emanciparse de las estructuras de dependencia impuestas por las potencias occidentales. Este renacer soberano está impulsado por la necesidad de recuperar el control sobre sus recursos, redefinir su lugar en el mundo y garantizar el bienestar de sus pueblos.
El auge de la integración regional, a través de iniciativas como la Zona de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA), es un paso fundamental en este proceso. Con 54 países miembros, este acuerdo busca potenciar el comercio intrarregional y reducir la histórica dependencia de los mercados europeos y estadounidenses. Según la economista nigeriana Ifeoma Obiora, "esta es la oportunidad para que África deje de ser un exportador de materias primas y avance hacia la industrialización y la creación de cadenas de valores locales".
No obstante, el camino no está exento de desafíos. La creciente competencia por los recursos africanos entre Estados Unidos, Europa y China plantea riesgos de nuevos tipos de sometimiento económico. Los minerales estratégicos, como el cobalto y el litio, esenciales para la transición energética global, han colocado a África en el centro de una disputa geopolítica que muchas veces ignora los intereses de sus propias comunidades.
En respuesta, varios líderes africanos están comenzando a adoptar políticas que priorizan el desarrollo local. Países como Zambia y la República Democrática del Congo están renegociando contratos mineros para obtener una mayor participación en las ganancias. Al mismo tiempo, movimientos sociales y gobiernos progresistas exigen que las inversiones extranjeras respeten el medio ambiente y los derechos de los trabajadores.
Por otro lado, las alianzas con el Sur Global están tomando protagonismo. África ha encontrado en países como India, Brasil y Argentina socios dispuestos a colaborar bajo principios de reciprocidad y respeto mutuo. "La unión de las naciones del Sur es clave para contrarrestar las imposiciones de las potencias tradicionales", señalan algunos sociólogos y economistas.
Este despertar africano tiene ecos en los ideales históricos de soberanía y justicia social que también marcaron la política internacional del peronismo. Desde una perspectiva solidaria, los desafíos de África no solo invitan a la reflexión, sino que llaman a una acción conjunta de los países que comparten la lucha por un mundo más justo y multipolar.
El continente africano se levanta con la firme convicción de que su riqueza pertenece a su gente, y este mensaje resuena en todo el Sur Global: el futuro no se construirá desde las recetas de las viejas potencias, sino desde la unión y la autodeterminación de los pueblos.
De la Redacción de AIM