La policía incautó 400 kilos de droga que fueron arrojados desde una avioneta a un campo del Departamento Río Negro -ubicado al oeste del Uruguay, limítrofe con Entre Ríos-, y detuvo a cinco personas por este operativo, informó el Ministerio del Interior uruguayo.
Según anunció el ministro Nicolás Martinelli, se trata de un “minucioso trabajo de inteligencia e investigación” de la dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Droga, “en coordinación con la Fiscalía de Estupefacientes” que está a cargo de Mónica Ferrrero, quien actualmente se desempeña como fiscal de Corte ante la ausencia, por motivos de salud, del fiscal Juan Gómez. De esta manera, Ferrero es subrogada por la fiscal Angelita Romano.
“Seguimos golpeando al gran narcotráfico y al narcomenudeo en los barrios. ¡No vamos a parar! ¡Felicitaciones a todo el equipo de la Policía Nacional!”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter) el ministro.
Los detenidos se hacían pasar por apicultores para ingresar al campo donde fue incautada la droga, al tiempo que las autoridades estiman que el avión es de origen boliviano pero que hizo logística en Argentina.
El campo está ubicado en la zona conocida como El Ombú, entre Young y Paso de la Cruz y al lugar se accede luego de unos 40 minutos por carretera de tierra.
Los detenidos son personas mayores de 40 años, y uno de ellos es de Montevideo. Los restantes son oriundos de Young, según la información que manejan los investigadores.
La droga fue recogida ayer sábado por los integrantes de la organización y transportada en un camión junto a cajas de colmenas de abejas, que era conducido por un hombre. En una camioneta que también estaba allí circulaban tres hombres y todos fueron detenidos en el momento. La avioneta tiró la droga y siguió vuelo hacia Argentina. En 15 minutos ya dejó de estar en el territorio aéreo uruguayo.
Según revelaron medios uruguayos, en la zona donde se ubica este campo no hay radares capaces de detectar vuelos de baja altura.
Los detenidos fueron enviados a la Fiscalía en Montevideo, luego de 13 allanamientos en Río Negro y el área metropolitana. Allí se detuvo a la quinta persona implicada, mientras trabajan en el peritaje de la droga y los teléfonos incautados para determinar qué cartel está involucrado en la operación. Una treintena de policías participó del procedimiento, denominado como Operación Alibante. Las tareas de inteligencia demandaron cinco meses.
Fuente: El Telégrafo