La ley fue ratificada este jueves por la Cámara Baja del estado. Entrará en vigor con la firma del gobernador, quien con anterioridad afirmó que autorizará cualquier restricción sobre el tema.
Oklahoma aprobó este jueves la ley del aborto más restrictiva de Estados Unidos. Obedece a demandas presentadas por ciudadanos particulares y prohibirá la interrupción voluntaria del embarazo en casi todos sus supuestos, también los plazos. Los proveedores dijeron que dejarán de realizar el procedimiento tan pronto como el gobernador lo firme, en el último ejemplo de una campaña nacional emprendida por el partido republicano para restringir el acceso a lo que ha sido un derecho constitucional durante casi medio siglo.
Una vez firmada por el gobernador, la medida entraría en vigor de inmediato. La iniciativa legislativa de Oklahoma es aún más estricta que la aprobada el año pasado por Texas, y se produce cuando se aguarda la sentencia del Tribunal Supremo, de mayoría conservadora, sobre el caso Roe contra Wade, que en 1973 reconoció el derecho constitucional al aborto en el país.
Previsiblemente, el proyecto de ley llegará al escritorio del gobernador Kevin Stitt a principios de la semana que viene, y el mandatario estatal ya ha dicho que firmará cualquier proyecto de ley antiaborto que le envíe la legislatura. Entraría en vigor inmediatamente después de su firma.
El proyecto de ley de la representante republicana Wendi Stearman prohibiría todos los abortos, excepto para salvar la vida de una mujer embarazada o si el embarazo es el resultado de una violación o incesto que se haya denunciado a las autoridades. El proyecto de ley fue aprobado en una votación de 73 a 16, mayoritariamente en bloques partidistas.
Los legisladores de Oklahoma ya han aprobado este año media docena de medidas contra el aborto, y los proveedores de servicios de aborto de todo el país se han estado preparando para la posibilidad de que la nueva mayoría conservadora de la Corte Suprema federal pueda restringir aún más la práctica.
Uno de los aspectos de la normativa estipula que el personal sanitario o todo aquel que “ayude o incite” a la realización de un aborto, se expone a demandas civiles y prevé castigar incluso a las personas de fuera del estado que ayuden a las mujeres de Oklahoma a abortar.
Además contempla “recompensas” de hasta 10.000 dólares para aquellas personas que denuncien la realización de un procedimiento de este tipo, así como daños compensatorios por, entre otros, “angustia emocional”.
Dos de las cuatro clínicas de Oklahoma especializadas en interrupción del embarazo ya dejaron de practicar abortos después de que el gobernador firmó a principios de mes una prohibición a los abortos después de las seis semanas de gestación, mientras que un abogado de las otras dos clínicas independientes dijo el jueves que dejarán de ofrecer servicios una vez que se firme el nuevo proyecto de ley.
“Este proyecto de ley podría entrar en vigor en cualquier momento, y una vez que lo haga, cualquier persona puede demandar a la clínica, a los médicos, a cualquier otra persona que esté involucrada en la prestación de un aborto en Oklahoma”, dijo Rabia Muqaddam, una abogada del Centro para los Derechos Reproductivos, que está representando a las clínicas de Oklahoma en las impugnaciones legales contra varias propuestas de nuevas leyes contra el aborto.
Los proyectos de ley forman parte de una agresiva campaña en los estados gobernados por republicanos para acotar el derecho al aborto. Se dio tras la filtración de un borrador de opinión de la Corte Suprema que indica que los jueces están considerando debilitar o anular la histórica decisión Roe v. Wade, la cual legalizó el aborto en el país hace casi 50 años.