Ser la viuda y el hijo del fallecido narcotraficante Pablo Escobar no es lo único que ahora pesa sobre la espalda de María Isabel Santos y Sebastián Marroquín, las identidades que adoptaron cuando llegaron a Argentina en los 90. La justicia argentina decidió este martes procesarlos por el delito de lavado de activos, junto al exfutbolista colombiano Mauricio “Chicho” Serna, quien jugó en Boca Juniors y se retiró de las canchas en 2006.
Si bien todos han negado los cargos, para el juez federal Néstor Barral hay suficientes elementos en el caso que permiten considerar una responsabilidad penal para procesarlos, por el momento sin prisión preventiva, y embargar a cada uno por 30 millones de pesos argentinos (aproximadamente 1,2 millones de dólares) sobre sus bienes. Esto significa que podrán ser juzgados por esta causa.
Concretamente, a los tres se les señala de haber participado con una asociación criminal internacional para blanquear capitales provenientes del narcotráfico. ¿Cómo? Según el fallo judicial, a través de una serie de operaciones –específicamente inmobiliarias– para poner a circular bienes en el mercado argentino y así poder darles una apariencia de legalidad.
De acuerdo a la justicia, esto derivó en que varios millones de dólares generados del tráfico de estupefacientes ingresaran al país y se invirtieran en proyectos inmobiliarios en la zona norte del Gran Buenos Aires, de acuerdo a lo que explicó el fiscal Sebastián Basso el mes pasado.
Pero, ¿cómo terminan la viuda y el hijo de Pablo Escobar, y un futbolista colombiano enredados en semejante proceso? Desenredamos los hilos del expediente.
Los dos hombres clave del caso
Para entender el caso y las acusaciones que enfrentan Santos, Marroquín y Serna es esencial un personaje, el colombiano José Bayron Piedrahíta: la piedra angular del proceso.
Piedrahíta, capturado por la Fiscalía de Colombia en septiembre de 2017, tiene un pedido de extradición de Estados Unidos por un caso de corrupción y allí también está acusado de narcotráfico. Además, está en el radar de las autoridades desde los 80, época del famosos cartel de Cali, y en ese entonces fue indagado por pertenecer a esta estructura criminal.
El día de su detención, el ente acusador colombiano señaló que, en colaboración con la DEA y las autoridades argentinas, se obtuvieron pruebas de que supuestamente Piedrahíta lavó “dinero a varias estructuras narcotraficantes, más recientemente para la denominada Oficina de Envigado”. La Oficina de Envigado es una organización de tráfico de drogas cuyo nombre corresponde a uno de los municipios de área metropolitana de Medellín, en Colombia. También es la heredera del imperio del cartel de drogas de Pablo Escobar, de acuerdo con InSight Crime, un equipo de investigación que monitorea grupos criminales.
Lo que está pasando con la familia de Pablo Escobar en Argentina
¿Cómo llega entonces el caso a Argentina? Según el fiscal Basso, una agencia de EE.UU. le informa a la Procuraduría de Narcotráfico del país sudamericano que este colombiano ha invertido mucho dinero en su territorio. Después de investigar, se determina que Piedrahíta había ingresado varios millones de dólares. El abogado de Piedrahíta, Luis Guerra, ha negado las imputaciones y en su momento señaló que su cliente “venía colaborando”con la justicia estadounidense.
El segundo personaje clave es Mateo Corvo Dolcet, un empresario que terminará por ligar a la investigación a Santos Marroquín y Serna. Corvo Dolcet es capturado el mismo día que Piedrahíta y la Fiscalía colombiana sostiene que a través de las varias firmas de Corvo Dolcet en Argentina, “presuntamente fueron legalizados dineros provenientes del tráfico de cocaína”. Sobre él pesa prisión domiciliaria y es señalado de ser quien armó toda la estructura de negocios para el blanqueo de capitales. Sin embargo, él niega conocer el supuesto origen ilícito del dinero, aunque sí admitió haber llevado a cabo los proyectos cuestionados.
La viuda y el hijo de Pablo Escobar conectaron a los hombres clave
La imputación contra María Isabel Santos y Juan Sebastián Marroquín señala que los dos habrían intervenido “como nexo” entre “los intereses de José Bayron Piedrahita Ceballos y el grupo que a nivel nacional lideraba Mateo Corvo Dolcet” para que a través de los proyectos de Corvo “se le otorgue apariencia lícita” a los supuestos ingresos por narcotráfico de Piedrahíta. Es decir, habrían sido la conexión y por ello, dice la justicia, recibieron una comisión. Los dos niegan las acusaciones en su contra.
En los descargos, Santos explicó que Piedrahíta llegó a Buenos Aires junto a su familia en 2008 y es cuando ella –que le conocía de tiempo atrás– le presenta a su hijo Sebastián Marroquín. Un año antes Piedrahíta ya le había dicho a la viuda de Pablo Escobar que tiene intenciones de invertir en Argentina. Entonces, continúa el descargo de Santos, ella presenta a Corvo y a Piedrahíta, pero después dejó de tener trato con este último.
Ahora, por ese enlace, contó Santos, Corvo le dijo a ella que recibiría una comisión que fue pactada en el 4,5 por ciento de lo que invirtiese Piedahíta en Argentina. Comisión que se iría concretando a medida que se desembolsaran los pagos de la inversión.
Y este es el punto central porque en la casa de Corvo es donde se encuentra el documento de dicho acuerdo. “En el domicilio de Corvo se encontró un documento donde reconocía una deuda a Marroquín y a Santos, es decir los nombres del hijo y la viuda de Pablo Escobar acá en la Argentina por haberle presentado a Piedrahíta y haber logrado que Piedrahíta invierta en los negocios inmobiliarios”, sostuvo el fiscal argentina Sebastián Basso.
Pero la justicia también señala que madre e hijo desarrollaron una serie de actos entre 2011 y 2012 que “se encontrarían directamente relacionados con el blanqueo de capitales” y que derivaron en la compra de un bien, con un dinero que Santos cedió a Marroquín. Dinero que, según el fallo de este martes, pretendió legalizarse con diversas maniobras.
Para el juez, existieron “maniobras vinculadas a distintas propiedades inmuebles, su transferencia, así como a la venta y recompra de acciones. Inclusive, con el objeto de generar ciertos ‘créditos’ que, dado las circunstancias en las que se desarrollaron los hechos, no hacen más que suponer una ‘puesta en escena’ o simulación, por parte de sus interesados”. Y añadió que sin la participación de Santos y Marroquín “las cuestionadas inversiones de Piedrahíta no se hubieran concretado, así como tampoco las maniobras criminales de lavado de activos de origen ilícito”. Justamente porque Piedrahíta y Corvo no se hubieran conocido y por lo tanto tampoco “materializado” las inversiones.
¿Y cuál fue el papel de “Chicho” Serna en todo esto?
A Mauricio “Chicho” Serna se le acusa también de intervenir como enlace entre los intereses de Piedrahíta y Corvo, al cederle los derechos de posesión de tres lotes al primero a cambio de 650.000 dólares y la cancelación de un crédito propio en Argentina. “El ingreso del dinero de Piedrahíta en Argentina es principalmente a través de operaciones inmobiliarias con propiedades de Mauricio Serna. Esa operación, en principio no tendría ningún inconveniente, salvo que es una operación bastantes sospechosa en cuando a que no se firmaron los documentos que habitualmente se firman”, explicó el fiscal Sebastián Basso. Serna le dijo a CNN que es inocente y que su equipo de abogados trabaja en su defensa.
En los descargos, el exfutbolista indicó que tras retirarse de su profesión y con la intención de regresarse a Colombia le ofreció a Piedrahíta –a quien conoció en 2006– adquirir su bienes en Argentina, a modo de inversión. Piedrahíta aceptó y el negocio se concretó en 2008, con las operaciones de transferencia. Añadió que estos procesos fueron lícitos y que desde ese momento no volvió a realizar negocios con su contra parte, aunque no tendría motivos para no hacerlo porque actuó de forma “absolutamente legal”.
Sin embargo, a la justicia argentina le inquieta que tras comprar uno de los bienes de Serna, Piedrahíta lo haya vendido por casi el doble 15 días después. Y por eso su teoría es que el futbolista percibió mayor dinero que lo reportado en el contrato de compraventa. “Ello, en un acto que, entiendo, se efectuó al solo efecto de contribuir de manera esencial al blanqueo de capitales de origen ilícito, por cuanto la adquisición de bienes a un monto menor y a la venta posterior de los mimos en precios notablemente superiores, es un movimiento típico para el lavado de activos”, sostuvo el reciente fallo judicial que ordena procesar a Serna, junto a Santos y Marroquín.
Fuente: CNN Español.-