
El telescopio espacial James Webb de la Nasa captó por primera vez actividad de brillantes auroras en Neptuno, la pieza que faltaba del rompecabezas para detectar este tipo de fenómeno en los planetas gigantes del sistema solar. La agencia espacial difundió las imágenes este miércoles, y los resultados fueron publicados en la revista Nature Astronomy.
Las auroras se producen cuando partículas energéticas, a menudo provenientes del Sol, quedan atrapadas en el campo magnético de un planeta y finalmente impactan la atmósfera superior. La energía liberada durante estas colisiones crea el brillo característico.
"Resulta que obtener imágenes reales de la actividad auroral en Neptuno solo fue posible gracias a la sensibilidad del Webb en el infrarrojo cercano", afirmó el autor principal, Henrik Melin, de la Universidad de Northumbria, quien dirigió la investigación mientras estudiaba en la Universidad de Leicester. "Fue impresionante no solo ver las auroras, sino también el detalle y la claridad de su firma", dijo.
Según informó la NASA, el descubrimiento fue realizado en junio de 2023 y marca un hito en la observación de los planetas del sistema solar. En dicho hallazgo, los astrónomos encontraron una “línea de emisión extremadamente prominente” indicativa de la presencia del catión trihidrógeno, capaz de formarse en las auroras.
En el pasado, los astrónomos habían observado indicios prometedores de actividad auroral en Neptuno, por ejemplo, en el sobrevuelo de la Voyager 2 de la NASA en 1989. Sin embargo, la obtención de imágenes y la confirmación de las auroras en Neptuno había sido un misterio para los astrónomos durante mucho tiempo, a pesar de las detecciones exitosas en Júpiter, Saturno y Urano.
Neptuno era la pieza que faltaba del rompecabezas para detectar auroras en los planetas gigantes de nuestro sistema solar.
Aunque las auroras ya habían sido detectadas en planetas como Júpiter, Saturno y Urano, Neptuno representaba el último eslabón faltante en la comprensión de este fenómeno en los planetas exteriores.
El avance fue posible gracias a la sensibilidad en el espectro infrarrojo del Telescopio Espacial James Webb, que permitió capturar detalles nunca antes vistos.
Los científicos de la NASA esperan que estos nuevos hallazgos le permitan a los especialistas en ciencias astronómicas, estudiar Neptuno con el telescopio Webb a lo largo de un ciclo solar completo.