Decenas de manifestantes irrumpieron en el Capitolio de Estados Unidos, azuzados por el presidente Donald Trump. Los incidentes han obligado a suspender la sesión en la que deben ser ratificados los votos que dieron la presidencia a Joe Biden. En un discurso en los alrededores de la Casa Blanca, Trump repitió que le habían robado las elecciones. Decenas de personas se dirigieron luego hacia el Capitolio, donde se registran incidentes, informó el diario El país.
Mientras estallan las protestas en el exterior del Capitolio y un grupo de seguidores del presidente ha ingresado en el edificio para tratar de boicotear la sesión del Congreso, el servicio secreto ha evacuado al vicepresidente a un lugar seguro.
Mientras, el edificio está cerrado. Nadie puede entrar ni salir. El apego de Trump al poder está dejando este miércoles imágenes inéditas en Washington.
"Acabo de evacuar mi oficina", ha dicho la legisladora republicana Nancy Mace en un tuit. "Hemos visto a manifestantes agredir a la policía del Capitolio". "Eso está mal. No es lo que somos", agregó.
La policía ordenó al personal abandonar el edificio Cannon y otras oficinas que flanquean el Capitolio después de que Trump pidiera a sus seguidores que se manifestaran en contra de la certificación de la victoria de Joe Biden en las elecciones del 3 de noviembre, que tiene lugar esta tarde en una sesión conjunta del Congreso.
Qué está en juego este miércoles
El Congreso de Estados Unidos está reunido este miércoles en una sesión tradicionalmente protocolaria que consiste en el conteo y la confirmación de los votos del Colegio Electoral que culmina con la ratificación del candidato elegido en los comicios, en este caso Joe Biden. Sin embargo, en esta ocasión, con la cruzada emprendida por el presidente Donald Trump para disputar a toda costa el resultado de las elecciones del 3 de noviembre se espera que la sesión sea inusualmente larga y conflictiva.
El desafío del presidente Trump, que ha tachado los resultados de fraudulentos incluso desde antes de la jornada electoral sin ofrecer ninguna prueba y sin que ninguna corte le dé la razón, está apoyado en el Capitolio por una docena de senadores republicanos liderados por el texano Ted Cruz. En un acto sin precedentes, estos se han unido a algunos congresistas de su partido para objetar los resultados de varios Estados ganados por Biden, como Arizona.
La jugada obligará a los legisladores a votar y retrasará la que a estas alturas parece inevitable confirmación de Biden. Además, pondrá a Mike Pence en un papel delicado, ya que, como vicepresidente, será quien presida la sesión y anuncie oficialmente al próximo mandatario de Estados Unidos. El número dos de Trump ha adelantado que hará caso omiso de su solicitud para desconocer el voto electoral y que ratificará al demócrata.
La decisión de Trump de tensar la cuerda en su negativa para reconocer su derrota está generando una brecha en el Partido Republicano. Muchos legisladores de su partido han criticado fuertemente la actitud del mandatario, que consideran un ataque a la democracia.
Mientras en el Congreso se celebra esta jornada sin precendentes, el Capitolio cerró sus puertas después de que se desataran enfrentamientos en los exteriores del edificio en Washington a donde llegaron miles de partidarios de Trump para defender sus teorías conspirativas. Más temprano, el presidente insistió en un escenario montado en los alrededores de la Casa Blanca ante sus seguidores que le han “robado” las elecciones.
Fuente: El país, España.