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Menstruación: la necesidad de crear conciencia e igualdad

Cada año, durante la última semana de mayo, se celebra el día internacional de la Higiene Menstrual, una conmemoración destinada a crear conciencia sobre la importancia de la menstruación como un proceso natural y esencial para la salud femenina. Sin embargo, el elevado precio de los productos de gestión menstrual dificulta la adecuada administración del ciclo, representando un gasto anual cercano al total mensual de la Asignación Universal por Hijo, según datos que recogió AIM del ministerio de Economía de la Nación.

Los tabúes persistentes en torno a la menstruación se evidencian en datos como los previstos por el último Informe de Higiene y Salud de Essity donde se revela que 2 de cada 3 mujeres o niñas faltan al trabajo o a la escuela debido a su período. En este sentido, esta efeméride conmemora a las más de 1.800 millones de personas a nivel mundial que menstrúan cada mes, de las cuales 500 millones, según el estudio, no sólo sufren la falta de acceso a productos sanitarios sino también a la educación sobre salud menstrual o a una infraestructura adecuada.

El informe, al que accedió AIM, también indica que abordar esta problemática implica realizar un llamado colectivo mediante 4 acciones clave que contribuyan al logro de este cambio estructural: 1) asegurar el acceso de productos, soluciones y servicios seguros y asequibles; 2) garantizar el acceso a agua limpia y saneamiento en instalaciones en espacios públicos y privados; 3) brindar información incluyente y precisa que ayude a educar en cómo gestionar la menstruación; y 4) garantizar entornos libres de estigma y crear conciencia sobre las necesidades de la menstruación.

De acuerdo al informe de U-Report titulado “Desafíos que enfrentan las adolescentes en su gestión menstrual” (UNICEF, 2021), cerca del 10 por ciento de las más de 1.000 personas encuestadas admitieron ausentarse de al colegio durante su ciclo, mientras que un 23 por ciento expresó sentir incomodidad o vergüenza en este periodo. Estos datos coinciden con los obtenidos a través de la Primera Encuesta de Gestión Menstrual realizada por la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires en 2020. En el estudio, casi la mitad de los participantes indicaron haber dejado de asistir a instituciones educativas (47,9 por ciento), así como haber reducido su participación en eventos sociales (43,9 por ciento). Además, más de dos tercios de los encuestados (75,6 por ciento) dejaron de practicar deportes.

El derecho a la información se ve comprometido en el contexto de la menstruación, impactando directamente en las oportunidades de los individuos menstruantes. La carencia de datos sobre la salud menstrual, la disponibilidad de servicios para abordar problemas asociados y el desconocimiento sobre los suministros necesarios para mantener una higiene adecuada durante el período limita sus oportunidades. Es una realidad que revela una problemática sanitaria. “La carencia de educación conduce a la utilización de alternativas inadecuadas terminan siendo muy perjudiciales”, explica Testa. La limitación para obtener opciones adecuadas puede impulsar a tomar decisiones extremas, optando por productos improvisados y poco higiénicos, lo cual incrementa el riesgo de padecer infecciones y sufrir complicaciones a largo plazo.

En ese sentido, la menstruación es un factor de desigualdad. En Argentina, alrededor de 12 millones de individuos, incluyendo niñas, adolescentes, mujeres, hombres trans y personas no binarias, experimentan el ciclo menstrual. A pesar de ser un proceso biológico tan natural como universal, continúa siendo un indicador social que evidencia y perpetúa las brechas de género. El costoso acceso a productos de gestión menstrual (PGM) y la falta de educación sexual obstaculizan la capacidad de atravesar el periodo de manera segura, digna y libre. En este contexto, urge, por ende, la necesidad de no solo desterrar el estigma cultural asociado, sino también establecer políticas públicas sólidas y sostenibles que aborden la problemática en su totalidad.

Al momento en Argentina, ante las políticas regresivas de la actual gestión, se desconoce la continuidad del Programa Mentruar. En ese sentido, en el país, queda mucho por informar, concientizar y educar, para poder avanzar en derechos de igualdad.

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