Las naciones insulares del Pacífico instaron este miércoles a Japón a retrasar la liberación de agua de la planta de energía nuclear destruida de Fukushima, en medio de los temores a posibles contaminaciones y riesgos a la industria pesquera, la salud humana y el medio ambiente que el vertido podría causar.
Según señaló el Foro de las Islas del Pacífico (PIF, por sus siglas en inglés), que reúne a 17 naciones insulares de la región, expertos creen que "es necesario más datos e información" sobre los planes de Japón de iniciar a verter este año en el Océano Pacífico las aguas residuales nucleares tratadas de la central nuclear de Fukushima.
"Expertos globales independientes creen que es necesario más datos e información para determinar la seguridad (del proyecto), particularmente para la salud humana y el medio ambiente", señaló el Foro en las redes sociales tras la celebración de un seminario científico virtual para debatir el tema.
El gobierno japonés anunció la semana pasada que el vertido al mar del agua, contaminada y tratada, que se acumula en la planta de Fukushima, cuyas instalaciones atómicas fueron destruidas por un terremoto y tsunami en 2011, tendrá lugar entre la próxima primavera y el verano.
Conflicto al respecto
Sin embargo, la medida ha sido vehementemente rechazada por los pescadores locales y ha generado preocupación entre las naciones insulares vecinas, que aún luchan con los estragos provocados por las pruebas nucleares realizadas hace décadas en la región.
"La región se mantiene firme en su posición de que no debe haber desecho hasta que todas las partes verifiquen científicamente que dicho desecho es seguro", subrayó el primer ministro de las Islas Cook y secretario general del PIF, Henry Puna, en su intervención en el seminario.
Consecuencias
Asimismo, el Foro ha reiterado su preocupación de que la liberación del agua podría tener un fuerte impacto en los caladeros de la región, de los que dependen gran parte de las economías insulares y que aún "sufren a diario con los impactos a largo plazo" provocados por las pruebas nucleares realizadas entre mediados de la década de 1940 e inicios de los años 1960.
"Debemos evitar acciones que nos conduzcan o nos engañen hacia otro gran desastre de contaminación nuclear a manos de otros", enfatizó Puna, quien aseveró que no tiene "ninguna duda" de que "más tiempo es absolutamente necesario para considerar completamente todas las implicaciones de tal decisión antes de elegir el curso de acción".
Fuente: Agencia EFE