La policía paraguaya frustró un plan del Comando Vermelho, una de las organizaciones criminales más grandes de Brasil y América Latina, para volar una cárcel a las afueras de Asunción y rescatar a uno de sus líderes, Marcelo Pinheiro Veiga.
Tres ciudadanos brasileños armados con fusiles de asalto fueron sorprendidos por las fuerzas de seguridad en una vivienda de la ciudad paraguaya de Presidente Franco, fronteriza con Argentina y Brasil. Los supuestos criminales recibieron a los agentes a tiros y estos respondieron abatiendo a los tres, que fallecieron. Según el Ministerio del Interior de Paraguay, pretendían usar un automóvil con 84 kilos de dinamita en gel para explotar la prisión de alta seguridad, situada a las afueras de Asunción.
Pinheiro Veiga, más conocido como Marcelo Piloto, está encarcelado desde hace casi un año en la capital paraguaya. El operativo que permitió abortar el atentado —siempre según la información oficial— fue el resultado de un seguimiento de las fuerzas de seguridad locales, que conocían el plan desde comienzos de octubre. Entonces ya hubo un primer intento y cinco personas fueron detenidas, entre ellas Marisa de Souza, supuesta pareja del narcotraficante.