Así lo señala un informe recientemente elaborado por el prestigioso biólogo evolutivo mexicano de National Geographic Mario Vallejo Marín. Las abejas son fundamentales tanto para la preservación del medio ambiente y de los ecosistemas, como también para el futuro de la humanidad y del planeta en el que habitamos, supo AIM.
Según señala un informe elaborado por la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (Ipbes), los textos sagrados de las principales religiones del mundo destacan la enorme importancia de las abejas para las sociedades humanas a lo largo de milenios.
“Las abejas son esenciales para la polinización y la reproducción de muchas especies de plantas, ya que ayudan a mantener su diversidad y la de otros organismos que dependen de ellas, por lo que tienen un rol clave tanto para la vida de las personas, como así también para la Tierra”, explica el biólogo evolutivo mexicano Mario Vallejo Marín.
“Algunos de los productos clave en la agricultura dependen de la polinización de las abejas. Por ejemplo, tomates, manzanas, peras, calabazas, berenjenas, zarzamoras, fresas y frambuesas. Sin ellas nuestra alimentación sería muy aburrida y no tan sana, por lo que son consideradas el cupido de la biodiversidad”, agrega el experto de National Geographic.
Según cifras oficiales, un gran número de las más de 350.000 especies de plantas con flores que hay en el planeta dependen de los animales para ser polinizadas, por lo que las abejas son consideradas como las pequeñas campeonas de la polinización.
“Por eso, parafraseando al ecologista especializado en abejas Steve Buchmann, se puede afirmar que, aunque hay especies cultivadas que se polinizan solas o a través del viento-como el arroz y el trigo-, sin abejas nuestra alimentación sería muy aburrida, con todo lo que ello implica para la salud”, señala Vallejo Marín.
Por su parte, según los expertos en abejas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), un tercio de la producción mundial de alimentos depende de las abejas, de allí la enorme importancia que estos insectos, cuya población mundial viene decayendo en los últimos años, tienen para el futuro de la humanidad y del planeta.
“La forma más efectiva de ayudar a las abejas es aplicar presión social y política para que se tomen medidas necesarias para su protección y conservación. A una escala individual también se puede pensar en promover una diversidad de flores y ambientes de anidación. Por ejemplo, en vez de los desiertos verdes de pasto que abundan en las zonas urbanas, dejar que las flores silvestres crezcan y no estar tan preocupados de tener jardines tan impecables, pero biológicamente pobres”, advierte el especialista mexicano.
“También la concientización y educación de las nuevas generaciones es esencial. Si todos nos damos cuenta de la importancia, no solo de las abejas, sino la biodiversidad en general, a lo mejor podemos, como sociedad, tomar acciones más robustas para mantener el equilibrio de nuestro Planeta”, concluye Vallejo Marín.