Pese a la advertencia del líder de Corea del Norte , Kim Jong-un , Estados Unidos y Corea del Sur no suspenderán sus ejercicios militares aéreos conjuntos, según confirmó hoy el Ministerio de Defensa surcoreano, horas después de que Pyongyang cancelara los diálogos intercoreanos de alto nivel en protesta contra las maniobras y hasta amenazara con dar de baja el histórico encuentro con Washington.
El ejercicio anual militar que desató la polémica en la península, identificado como Max Thunder, dura dos semanas y comenzó el viernes pasado, cuando se movilizaron 100 aviones, incluidos ocho cazas de sigilo F-22, además de cazas F-15K y F-16, de acuerdo a lo informado por la agencia Yonhap. Las maniobras son organizadas por el Comando de Operaciones de la Fuerza Aérea de Corea del Sur y la 7ª Fuerza Aérea de Estados Unidos. Y desde hace años, Pyongyang califica estos ejercicios de ensayos como una invasión.
"Los ejercicios procederán según lo planeado y, en cuanto al tema, no hay diferencias entre el Sur y EE.UU.", dijeron desde el ministerio y advirtieron que el objetivo no es prepararse para una posible maniobra de ataque sino mejorar la capacidad de los pilotos.
Horas atrás, desde el régimen de Pyongyang cancelaron una reunión de alto nivel entre las dos Coreas programada para hoy y advirtieron que podrían no presentarse a la cita del12 de junio, fecha confirmada para el cónclave Trump-Kim.
"Ya no estamos interesados en una negociación que tenga que ver con arrinconarnos y con hacer una demanda unilateral para que entreguemos nuestras armas nucleares, lo que nos obligaría a reconsiderar si aceptamos la cumbre entre Corea del Norte y Estados Unidos", dijo el primer viceministro de Exteriores, Kim Kye Gwan, en un comunicado publicado por los medios estatales.
Por su parte, la agencia oficial de noticias del régimen alertó: "Estados Unidos tendrá que deliberar cuidadosamente sobre la suerte de la planeada cumbre con Corea del Norte a la luz de este provocador alboroto militar conducido conjuntamente con las autoridades surcoreanas. Observaremos atentamente cómo reaccionan las autoridades de Estados Unidos y Corea del Sur".
Esta decisión de Corea del Norte parece enfriar el inusual ambiente de acercamiento de la hermética nación, que el año pasado realizó una provocadora serie de ensayos de armas que muchos temían que dejasen a la región al borde de una guerra nuclear y que en lo que va del año ha tenido más de una muestra de acercamiento hacia Estados Unidos y la desnuclearización.
Historial de cancelaciones
La advertencia realizada se ajusta a un patrón norcoreano de aumentar la tensión para reforzar su posición antes de sentarse a negociar con Washington y Seúl. Pero el país tiene también un largo historial de abandonar los acuerdos con sus rivales en el último minuto.
En 2013, suspendió de forma abrupta las reuniones entre familias separadas por la Guerra de Corea días antes de protestar contra lo que calificó de aumento de las hostilidades antes de unas maniobras militares conjuntas entre Seúl y Washington. En 2012, lanzó un cohete de largo alcance semanas después de acceder a terminar con sus ensayos armamentísticos a cambio de ayuda alimenticia.
La Nación