El avance de una roca espacial, de más de 85 toneladas, puso en alerta a científicos a nivel mundial. Cuáles son las estrategias para mitigar los posibles daños.

Científicos del mundo estudian el avance de una roca espacial, bautizada Bennu, que pesa unos 85,5 millones de toneladas y que podría convertirse en una amenaza para la Tierra proveniente de la estratósfera.

Según los reportes de los investigadores, el elemento tiene exactamente la misma forma que el edificio del Empire State en Nueva York y podría impactar contra la Tierra entre 2175 y 2199.

Con su impacto, la piedra espacial podría liberar una energía de 1200 megatones, lo que genera preocupación porque podría percibirse como 80 mil veces mayor que la bomba de Hiroshima.

Por este motivo, varios científicos del Centro Nacional de Ciencias Espaciales de China trabajan en un plan para desviar el asteroide.

Según se pudo conocer, se estima que con el lanzamiento de forma simultánea de 23 cohetes Long March Cinco, de 992 toneladas cada uno, podría desviarse la trayectoria de Bennu aproximadamente 9 mil kilómetros de su curso, para mantener a la humanidad fuera de peligro.

Cada Long March Cinco tardaría unos tres años, aproximadamente, en llegar hasta el asteroide, ya que los científicos consideran que "es fundamental" mitigar la amenaza y desviar su rumbo.

Por su parte, desde la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (Nasa) también tiene un proyecto para destruir a Bennu.

La agencia del gobierno estadounidense trabaja en Hammer, según las siglas en inglés de la misión de Mitigación de Asteroides de Hipervelocidad para Respuesta de Emergencia, que consiste en enviar varias naves espaciales de unos nueve metros cada una y equipada con cargas nucleares para desviar su trayectoria.