Luego de dos días sin presentar nuevos casos, el municipio realizó tareas preventivas para evitar la proliferación del mosquito Aedes Aegypti transmisor de la enfermedad. En este sentido, se solicita la colaboración de los vecinos adoptando todas las medidas necesarias, a fin de mantener limpios los patios y espacios verdes para controlar los criaderos domiciliarios.[{adj:80712 alignright}]
La Municipalidad de Paraná continúa realizando seguimientos epidemiológicos en las zonas de la ciudad con casos de dengue confirmados, con un fuerte trabajo de concientización puerta a puerta junto al personal municipal que realiza un control del estado general de los patios de las viviendas donde pueden detectarse receptáculos contenedores de agua que actúen como posibles criaderos del mosquito.
Este miércoles por la mañana, se realizaron dos nuevos bloqueos: “El primero de ellos se llevó adelante en barrio Hernandarias sobre calle Blas Parera y Crespo, donde no encontramos muchos criaderos de mosquitos. Se vieron muchas plantas en agua y es recomendable cambiarlas por tierra o arena, y volcar recipientes. Hay que revisar nuestros patios, ver las cosas que acumulen agua y eliminarlos. También se trabajó en barrio Arroyo Culandrillo, en inmediaciones a calle Grella” informó Silvina Saavedra, especialista en epidemiología en el ámbito municipal.
Desde la comuna se insiste en la necesaria colaboración de los vecinos para intensificar y adoptar todas las medidas necesarias y mantener limpios patios y espacios verdes, “ya que el Aedes Aegypti es un mosquito domiciliario”, indicó Silvina Saavedra, especialista en epidemiología. “El mosquito se cría en el domicilio, donde encuentra un recipiente con agua por más de 5 días. Este receptáculo es un potencial criadero de Aedes. Puede ser una planta en agua, un piletín de lona, una cubierta o una botella. Estos son los criaderos que elige el mosquito para reproducirse y en el caso que se infecte con alguna persona que tiene dengue va a infectar a más personas”, explicó.
Ante esto, se solicita a la comunidad extremar las medidas de prevención, como el uso de repelentes y evitar la acumulación de agua tanto dentro como fuera de la vivienda, eliminando cualquier receptáculo que pueda alojar agua. Las tareas de fumigación cobran su cometido con el aporte y compromiso de la comunidad en el trabajo que a cada vecino compete manteniendo en sus viviendas los patios y espacios verdes.