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Caminos: “El fotógrafo le va robando trocitos al tiempo y acumulando esos pedacitos de recuerdos”

“Siempre tuve fascinación por ese lado intrascendente de la vida, atardeceres, lunas, pequeños momentos, trocitos de historias”, señaló el fotógrafo Mauricio Caminos a AIM. Fotógrafo profesional desde 2015, repasó su vínculo con este arte que, a través de una máquina, logra disparar recuerdos que nos emocionan y conmueven.

Desde 2015 Mauricio Caminos es fotógrafo profesional, “empecé fotografía por mi cuenta, desde el 2006 hice cursos también”, comenzó repasando su vínculo con el arte de grabar con la luz. “Dibujaba mucho de chico, también fue de autodidacta hasta mi adolescencia; con cámaras de fotos que había en mi casa, las Kodak instamatic, fui probando, me gustó, un tiempo se me pasó”.

Desde hace 30 años es profesional informático, “me gusta mucho la parte de la edición digital, trabajaba editando fotos; después me gustó la parte de video digital, de 2000 al 2006 trabajé en Canal 11 en la parte de edición, cámara, gráficas digitales”.

En un curso de audiovisual “que lo daba gente del INCAA, cuando vi la parte de fotografía me explotó la cabeza todas las posibilidades que tenía, todo lo que veía que se podía llegar a hacer con las luces, que por ahí en la parte de video no te sale lo mismo; entonces ahí me empecé a interiorizar y a aprender por mi cuenta”, enfatizó Mauricio, ese fue como el click que disparó nuevamente su pasión.

Como un eslabón más de su vínculo con las cámaras, relató: “Pertenecí a un grupo de fotografía que se llamaba Iker Paraná, nos juntábamos entre todos y salíamos a hacer fotos, nos enseñábamos entre todos, era algo más comunitario, el que quería sacar fotos iba, alguien te iba a enseñar, siempre había alguien que sabía. Era una comunidad bastante linda”. En el 2014 – 2015 “hice la carrera pero sin un objetivo más que cerrar ese círculo que tenía yo: sabía de fotografía pero no tenía un título de fotógrafo. Tampoco me interesaba ejercer de eso”.

Para Mauricio la fotografía “es una pasión, un cable a tierra, una forma de exteriorizar muchas veces cosas que tenés adentro”, y distinguió los tipos de fotógrafos: “está el ventana, el que simplemente muestra lo que ve a simple vista, no interfiere en nada en la imagen (fotografía callejera); y después pasa a una etapa más avanzada, que sería el fotógrafo espejo, que no sólo te está mostrando, sino que parte de su imaginario está dentro de esa foto”. Esas son “las que más destacan, uno no sabe por qué llaman la atención. Ese tipo de fotografía se relaciona mucho con las emociones, son disparadores de recuerdos”.

“En una muestra de fotografía vino una chica conocida mía y me pidió una foto de un padre con un chico al borde del río en una canoa al atardecer; a ella le recordaba cuando iba con el padre al río a pescar. Esa foto que nada tenía que ver con ella le despertaba todos esos recuerdos”, rememoró Caminos. “La fotografía se trata de memoria, momentos, emociones. Son anécdotas de instantes que nos conmovieron, dolieron o indignaron. No se trata de vacios, sino de ausencias que se rememoran”.

“La fotografía es una composición entre la cámara, el sujeto y el fotógrafo, son tres componentes que están adentro de una misma foto. El fotógrafo también influye, vos le podés sacar una foto a una persona y decirle sonreí para la cámara, puede estar sonriente, pero vos le ves los ojos y sabés que le pasa algo, y eso se recontra nota en la foto; tal vez la persona ni siquiera se da cuenta de eso y cuando le mostrás la foto es como que la sockea su propia imagen”.

“Hago muchas fotos de paisajes, de atardeceres”, porque “son todos distintos, dependen del día, las condiciones climáticas. Hago fotos de las cosas que a mí me mueven un poquito. No hay que sacar fotos por sacar, hay que buscar una imagen que conmueva, porque las fotos de imágenes vacías se reconocen y son las que pasan de largo cuando uno las va viendo. Hay que buscar algo que te conmueva porque posiblemente despierte emoción en otra persona”, señaló a esta Agencia.

“Siempre tuve fascinación por ese lado intrascendente de la vida, atardeceres, lunas, pequeños momentos, trocitos de historias. Instantes que quizás al no haber tenido una cámara a mano, se hubiesen escapado en el día a día. Fotografío para recordar, una bitácora en imágenes de esos momentos que me hicieron respirar hondo”, reflexionó Caminos sobre su pasión.

“A medida que uno va avanzando en la fotografía va aplicando un montón de cosas que son externas a la técnica, que tienen que ver con el imaginario propio, por eso siempre es bueno que uno esté aprendiendo, que nunca se quede con el carnet profesional; tenés mil cosas para ir aprendiendo y eso es lo que yo busco con la gente que va a mi taller, siempre busco que los grupos sea gente que realmente esté interesada por la fotografía”, explicó.

Ante la insistencia de amigos para que dictara cursos por su facilidad para enseñar, Caminos señaló que: “Primero empecé en ATE, unos seis meses, y después en la Biblioteca Popular”, donde año a año viene brindando diferentes instancias de capacitación. “No me pongo adelante con un pizarrón; somos todos iguales, les enseño lo que yo sé y a la vez aprendo, incluso cosas que no tienen que ver con la fotografía. Es un grupo de amigos”.

El próximo sábado por la mañana comenzarán los cursos en la Biblioteca Popular del Paraná sobre fotografía con celular y nivel I a cargo de Mauricio Caminos, quien como pensamiento de cierre consideró: “El fotógrafo es alguien que le va robando trocitos al tiempo y acumulando esos pedacitos de recuerdos”.

Fuente: De la Redacción de AIM
LA FOTOGRAFÍA COMO PASIÓN MAURICIO CAMINOS

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