Se colocaron 48 ovitrampas en 24 puntos estratégicos de la ciudad. Es un método que detecta la presencia de huevos del mosquito transmisor en zonas urbanas. La acción se suma a los operativos de descacharrización que se desarrollan en distintos barrios.
La medida es parte del Programa de Control y Combate del Dengue en Paraná, que se realiza desde junio.
La secretaria de Salud, Claudia Enrique, explicó que el uso de ovitrampas está basado en datos del brote del año pasado y en la "necesidad biológica de las hembras grávidas de los mosquitos de procurar agua para la ovoposición o colocación de sus huevos”.
Este método permite “ver si el mosquito está circulando y en caso afirmativo se recolectan los huevos que se envían al Centro Nacional de Diagnóstico e Investigación en Endemoepidemias (Cendie) para un análisis de resistencia a los insecticidas”.
La funcionaria precisó que esta acción se suma a los controles de la Dirección de Salud Comunitaria, que desde junio realiza descacharrizaciones en los barrios de la ciudad, operativos que se intensificarán, desde el próximo lunes, en las zonas que el año pasado fueron críticas. Esta labor se articula con la Secretaría de Servicios Públicos y Control Urbano.
Enrique destacó que “la principal estrategia en este momento es evitar la proliferación del mosquito", por lo que recomendó a los vecinos limpiar sus hogares y descacharrizar. Y agregó que el Aedes Aegypti se reproduce en agua estancada, por eso, las lluvias pueden crear condiciones propicias para su multiplicación, por lo que es fundamental adoptar acciones tanto a nivel individual como colectivo para reducir los riesgos de contagio.
En ese sentido, destacó que la intendenta Rosario Romero definió que todas las áreas del Estado municipal trabajen articuladamente para evitar la aparición y luego proliferación del mosquito transmisor de la enfermedad.