El baby led weaning (blw), podría traducirse como “alimentación complementaria autorregulada” o “alimentación complementaria a demanda”, es una manera de incorporar los sólidos en la alimentación del bebé sin pasar por la fase de purés y papillas, siendo el propio bebé quien se alimenta por sí mismo usando las manos.
Como su nombre indica, es una alimentación complementaria, no sustituye a la lactancia materna (o leche de fórmula). Al principio, hasta el año, es más un método para educar que para alimentar, ya que su principal fuente de alimento sigue siendo la leche materna (o de fórmula).
De esta manera, se le permite al bebé descubrir sabores, texturas, colores y olores en la comida y le ayuda a desarrollar la coordinación ojo-mano y la masticación.
¿Por qué no dar papillas?
Hace décadas, se puso de moda alimentar a los bebés a base de biberones. En aquella época la leche de fórmula no era más que leche de vaca rebajada con agua por lo que al bebé le faltaba un montón de nutrientes rápidamente.
Hacia los tres o cuatro meses se le debía alimentar con otros alimentos complementarios y como a esa edad no podían comer por sí mismos, tenía lógica triturar los alimentos o hacer papillas y dárselo con cuchara.
¿Cuándo puedo empezar?
Si seguimos las recomendaciones de lactancia exclusiva los 6 primeros meses, a partir de esa edad el bebé ya estará preparado para empezar a alimentarse a base de sólidos siempre y cuando:
- El bebé ha cumplido los 6 meses y está sano
- Se mantiene sentado y erguido sin ayuda
- Ha perdido el reflejo de extrusión (no escupe lo que tiene en la boca)
- Muestra interés por la comida
¡¡Si cumple estas condiciones, ya puedes empezar con el Baby Led Leasing!!
¿Cómo empiezo el BLW?
Sienta al bebé erguido, frente a la mesa, ya sea en tu regazo o en una trona. Comprueba que su postura es estable y que puede utilizar las manos y los brazos libremente.
En lugar de darle la comida, ofrécesela; ponla frente al bebé o déjale que la coja de tu mano, de manera que sea él quien decida.
Comienza con comidas que sean fáciles de agarrar: al principio, lo mejor son los palitos o las tiras. Introduce nuevas formas y texturas de manera gradual, para que tu bebé pueda descubrir cómo manejarlas.
Incluye al bebé en las comidas familiares siempre que puedas y cuando sea posible, ofrécele la misma comida que estés comiendo.
Elige los momentos en los que el bebé no esté cansado o tenga hambre, ya que así se podrá concentrar mejor. En esta etapa, la hora de la comida es para jugar y aprender, ya que el bebé seguirá obteniendo todo el alimento que necesita de la lactancia.
Sigue ofreciéndole el pecho o el biberón como siempre. La leche es la principal fuente nutricional del bebé hasta que tiene un año. Cuando el bebé necesite menos leche, reducirá las tomas por sí mismo.
Ofrécele agua con las comidas.
No lo distraigas mientras esté manipulando la comida; deja que se concentre y se tome su tiempo.
No le metas comida en la boca ni trates de convencerlo para que coma más
Para incorporar un alimento y descartar posibles alergias, lo ideal, es ofrecérselo de manera consecutiva durante tres días. Si pasados los tres días, no presenta síntomas alérgicos, podemos dar por introducido este ingrediente y pasar a otro.
¿Qué alimentos le puedo ofrecer?
En general, se le puede ofrecer cualquier comida sana y saludable.
Introduciendo los alimentos de uno en uno para evitar alergias o intolerancias.
Básicamente, hay que tener en cuenta que alimentos no puede comer:
- sal: no recomendada antes del año, ya que sus riñones son muy pequeños todavía.
- azúcar: caries dental y para no crear hábito.
- miel: riesgo de contraer botulismo.
- verduras de hoja verde: espinacas, acelgas, altos niveles de nitritos. No recomendadas antes del año.
- pescados grandes: altos niveles de mercurio.
- marisco: altos niveles de cadmio.
- carnes poco hechas o huevo crudo: riesgo de intoxicación.
- alimentos desnatados o bajos en grasa: la grasa es una fuente importante de calorías, importantísimas en esta edad.
- frutos secos enteros: no recomendados antes de los tres años por riesgo a atragantamiento y siempre vigilados por un adulto.
- algas: altísimas cantidades de yodo.
- bebidas de arroz: elevados niveles de arsénico.
- alimentos preparados: contienen sal, azúcar, aditivos, calorías vacías, ... y aportan poco.
- leche de vaca: no recomendado beberla antes del año.
- derivados lácteos: no recomendados antes de los 10 meses.
Nuestra experiencia: cómo aplicamos el BLW.
Así es como nosotros introducimos la alimentación complementaria. No significa que sea lo que tengas que hacer tú. Pero quizás te pueda servir para orientarte.
Nosotros no tenemos antecedentes de alergias en la familia, así que le damos derivados lácteos y huevos ocasionalmente, aunque no haya cumplido el año todavía.
Cada niño es un mundo y el nuestro ha salido un glotón. Disfruta con la comida, con sus texturas y sabores.
Por todo esto, no ponemos a que edad puede tomar una receta u otra.
Seis meses
Empezamos con el BLW el día que hizo los 6 meses. Al principio solo le dábamos una comida sólida al día.
A los pocos días vimos que el peque gestionaba muy bien la comida en la boca.
Le ofrecimos verduras cocida al vapor: patatas, zanahorias, cebolla, brócoli, calabaza, judía verde, calabacín fruta: zumo de naranja, manzana, pera, plátano, tomate (sin piel y sin pepitas), aguacate, cereales: quinoa, mijo, arroz blanco y carne: pollo.
Un día le dio un poco de reacción con un tomate poco maduro, tirando a verde. Esperamos un par de días y le volvimos a dar tomate. Nunca más le hizo reacción.
Le ofrecíamos en las comidas agua en un vaso de dos asas.
Siete meses
Empezamos a hacer dos comidas diarias, la comida y la cena. Para el desayuno y la merienda, lactancia materna a demanda.
Le seguimos dando verduras cocidas al vapor y a la plancha: nabo, coliflor, berenjena, pimientos... Más fruta de temporada: melón, sandía, limón.
Probó los cereales con gluten: trigo, avena, pan sin sal, macarrones integrales y de carne: la ternera.
Ocho meses
Ya empieza a hacer cuatro comidas al día. En unas come más, en otras menos.
Empieza también a probar platos más elaborados, no solo alimentos por separado.
Prueba el pescado, el ajo, la leche de coco, el curry, el orégano y el huevo (primero la clara sola, y después todo el huevo).
Y seguimos introduciendo más frutas: higos, melocotón, cerezas
A partir de los nueve meses, fuimos introduciendo algunos ingredientes de temporada que nos faltaban. Pero nuestro peque, a esta edad, ya comía comidas más elaboradas.
Fuente: http://blwrecetas.com/blw/