Es la expectativa de los fabricantes debido a que la población evitará el uso del transporte público por temor a los contagios. El precio promedio es de 20.000 pesos por unidad.
A medida que se va flexibilizando la cuarentena e inclusive cuando ésta se levante totalmente, el uso de las bicicletas se perfila como el tipo de movilidad que muchos van a elegir para evitar el transporte público. A pesar de que la industria local viene castigada en los últimos tres años, ahora se predispone a satisfacer una demanda que según estiman- crecerá en el segundo semestre del año.
Sucede que con el cierre de las bicicleterías (el canal hegemónico de ventas), solo se mantuvo la venta online, que representa apenas entre el dos y tres por ciento del volumen total, en un mercado que llegó a colocar más de 1,5 millones de unidades anuales, en 2017. Esa cantidad bajó a 800 mil bicicletas fabricadas en 2019 y la proyección, para este año -cuarentena mediante- es que termine en unas 600 mil, según los datos que maneja la Cámara Industrial de la Motocicleta, Bicicleta, Rodados y Afines (Cimbra).
Se trata de un mercado muy atomizado en el que los grandes protagonistas son las bicicleterías. El 80 por ciento de las bicicletas que se venden en la Argentina cuestan menos de 20 mil pesos: de este porcentaje, la mitad se vende en bicicleterías y la otra mitad en supermercados, jugueterías y cadenas de artículos para el hogar. El restante 20 por ciento del mercado corresponde a bicicletas de gama media alta, que se vende en gran medida por e commerce.
En el país existen unas 20 fábricas nacionales integradas y unas 40 empresas de "bicipartes", expandidas en varias provincias. Entre las primeras, por ejemplo, tallan Olmo que tiene su planta en Morón, y Rodaber, en San Martín, donde se fabrican varias de las marcas que suelen verse en los supermercados.
Entre otros grandes actores de capital nacional figuran Dal Santo y Carlos Karabitian, en Córdoba. Dal Santo, produce la línea de bicicletas marca Halley y también es representante de la marca Raleigh, que es armada, distribuida y comercializada en Argentina, Brasil y el resto del Mercosur. En tanto, Carlos Karabitian es agente oficial Shimano y también agente exclusivo en el país de Venzo y Super B. Se suman a la amplia oferta del mercado, otras marcas reconocidas como Zenith, Vairo, Motomel y Aurora, entre otras.
Otra franja importante del negocio son los importadores o fábricas que importan los insumos y las partes de las bicis (básicamente de Taiwan, China y Japón) que luego son ensambladas en las bicicleterías. Bajo esta modalidad de ensamble trabaja Newsan, el fabricante icónico de productos electrónicos, que incursionó en el mercado de las bicicletas en diciembre de 2017. Desde entonces, comercializa las marcas Philco (en un 60 por ciento de su producción), Battel, Fierce y Wings, entre otras. Con ellas, concentra ocho puntos de participación de mercado en el negocio de las bicicletas.
Hoy, el negocio parece haber tomado un vuelo insólito para esta época del año. “Vemos brotes de una demanda que contradice el histórico de ventas”, describe Felipe Luongo, responsable de Movilidad Urbana del grupo Newsan. “Es una tendencia mundial que también se está dando en la Argentina debido a tres factores”, el ahorro, la mejor calidad de vida y por ser un vehículo ideal para respetar las distancias con las demás personas”, dice.
En este sentido, la firma tiene pronósticos superadores de la demanda: “Es claro que existe una tendencia positiva que va a crecer en los próximos tres a seis meses”, con la flexibilización de la cuarentena”, estimó el empresario. Además, porque el Gobierno y los bancos tambien tienen bajo análisis la forma de apoyar las ventas a través de una forma más extendida de financiación. A las ya instaladas compras con Ahora 12 y Ahora 18, el sector está negociando una tasa subsidiada para comprar en 36 cuotas.
Daniel Tigani, titular de Cimbra dice que el repunte es esperado por la industria local hacia el segundo semestre por una cuestion estacional: una tendencia que comienza habitualmente en agosto con el Dia del Niño. "Este año también el coronavirus va a incentivar las ventas, porque muchos ya la adoptaron como un producto imprescindible para la Salud y para evitar la contaminación", dice.
La fábrica de bicicletas Futura, tiene su planta productiva en el parque industrial de Quilmes. En épocas normales, suele hacer unas 4000 unidades por mes que comercializa a través de vendedores directos en retails como Frávega y Garbarino, entre otros. Hoy -en medio de la cuarentena- cuenta Esteban Testa, su dueño, se limita a vender el stock disponible pero está convencido de que "siempre detrás de una gran crisis surge una oportunidad".
Precios
En el mercado local, el modelo de bicicleta muy demandado es el tipo de bicicleta “mountain bike” que reúne las condiciones para ser usada en la montaña o en la ruta y también como vehículo de paseo en la ciudad. La rodado 29, versión nacional cuesta 14.000 pesos. En cambio, la versión con cuadro de aluminio importado y freno a disco, entre otros chiches, cuesta unos 25,000 pesos, cuenta Testa.
El precio promedio del producto que se consume en el mercado local es de 22 mil pesos, que es una bicicleta básica, con 21 cambios y suspensión trasera. Pero existe un rango de precios muy amplio. En Tienda Bike Argentina, una bicicletería de Capital Federal, cuentan que la oferta en ese comercio (hasta un rodado 26) va desde los 13.000 hasta los 25.000 pesos. En tanto un rodado 29, llega hasta los 27.000 pesos.
Otros gastos que debe prever el ciclista son: el casco, que parte de los 1.200 pesos; una traba para la bicicleta desde los 500 pesos (una cadena), mientras una traba en U, parte en los 1.300 pesos y un inflador para el rodado, arranca en los 600 pesos.
"Para quienes usan la bici para ir a trabajar son muy útiles las plegables, rodado 20 por ejemplo, que pesan apenas 13 kilos y son muy buenas para andar en la Ciudad", explicó un empleado de esa bicicletería. Y agrega que otro artículo muy buscado para esos fines son los monopatines eléctricos que tienen una autonomía de 50 kilometros y puede llegar a una velocidad de 45 kilometros/hora. Según Cimbra que comparte estadísticas con cámaras de otros países, el usuario promedio trabaja a unos siete kilómetros de su domicilio.
Además del crecimiento de la demanda por el cambio en el estilo de vida a partir de la pandemia, las previsiones optimistas de los fabricantes también tienen en cuenta que la proporción de ciclistas aún es baja en el país y por eso, tienen mucho para crecer.
Últimamente, el móvil del mayor ahorro al trasladarse y la menor contaminación, está motorizando la venta de bicicletas eléctricas. En este segmento se pueden conseguir unidades de los 40 o 50.000 pesos hasta modelos más sofisticados que cuestan casi como un auto usado.
Así la empresa argentina Emov que lanzó el año pasado una bicicleta eléctrica híbrida de alta gama, hoy está vendiendo parte de las 100 unidades producidas para un segmento medio alto de la población. Estos modelos, fabricados en fibra de carbono y que ofrecen la posibilidad de hasta conectar el celular, tiene un costo que va desde 2.000 a 2.900 dólares.
“Hay un despertar del uso de la bicicleta a partir del Covid”, señala Gabriel Muñoz, uno de los socios fundadores de la firma. Y agrega que “la demanda para nosotros creció tanto en la Argentina como en Estados Unidos. Básicamente porque usar una bicicleta eléctrica implica gastar un 80 por ciento menos de lo que se gasta al utilizar el transporte público”, señaló el empresario que comercializa su selecta producción a través de Internet y en bicicleterías.
Fuente: Clarín