Osho es un hindú hetedodoxo muerto hace algunos años, de opiniones variadas y siempre sugestivas, que tuvo también sus adversarios y sufrió duras acusaciones. Una opinión suya sobre los intelectuales los trata sin ceremonias ni medias tintas, y como siempre, suscita críticas y adhesiones.
"Cuando te vuelves una persona culta pierdes tu inteligencia. Los intelectuales no tienen inteligencia en absoluto. He conocido a miles de intelectuales -la supuesta intelligentzia, y son las personas más estúpidas que puedas encontrar.
Hay muchos campesinos, jardineros o carpinteros que son más inteligentes que todos esos profesores, teólogos o eruditos. ¡Su cabeza está llena de disparates!
Han leído muchos libros, por supuesto, y son capaces de repetir todo lo que han aprendido, tienen mucha información, pero esa información no es sabiduría.
Un ordenador puede darte mucha información y ser más eficiente, pero eso no lo hace sabio. No creo que llegue el día en que un ordenador pueda convertirse en un buda.
Eso no ocurrirá nunca. Un ordenador puede convertirse en un Alberto Einstein, eso sí, es indiscutible. Y funcionará mucho mejor que Einstein porque es una máquina.
Las matemáticas son mecánicas, pero el amor no lo es. Un ordenador no puede enamorarse, no puede experimentar la belleza, no puede comprender la verdad. Sí puede almacenar datos..."