Hicieron una cadena humana para salvar a su hermano, que había caído en las aguas del Río Salado mientras pescaban, pero la corriente acabó llevándoselos a todos. Los hermanos Luis Miguel, Miguel Ángel, Juan, Walter y Martín Álvarez habían organizado una escapada de pesca que terminó de la peor manera: el único que se salvó fue el mayor.
Ocurrió el lunes por la mañana, en el Canal 15, en Castelli, provincia de Buenos Aires, en un spot de pesca que los hermanos Álvarez frecuentaban, donde suele ser fácil sacar pejerreyes y carpas y lisas.
Se trata de un lugar ubicado a unos 25 kilómetros al noreste de la ciudad de Castelli, conocido como "la cascada", una pendiente en el medio del canal, formada por una contención de hormigón, alambre y piedras, a metros del Puente de Pascua, donde la corriente se acentúa.
Para pescar, los Álvarez solían usar sogas para atarse la cintura a un punto fuerte en la orilla, dado que entre la tierra y el cauce también hay una empinación pronunciada.
"Lo que pasó es que a Luis Miguel se le cortó la soga, resbaló y cayó al agua. Miguel Ángel, Walter, Juan y Martín hicieron una cadena humana para tratar de rescatarlo, pero se rompió y fueron a parar al río todos menos Martín", explicó Cintia, hermana de los pescadores.
"Íban a pescar a un lugar que no corresponde. Hasta el día de hoy me pregunto por qué pescaban así, pero ellos la pasaban bien", señala.
Desde el lunes, se lleva en el lugar una intensa búsqueda, de la que participan bomberos voluntarios, Defensa Civil, buzos tácticos y Prefectura Naval, en la que intentan dar con Juan y Walter. Los cuerpos de Luis Miguel y Miguel Ángel salieron a la superficie poco después de la caída. Todos estaban casados y tenían hijos.
El director de Defensa Civil de Castelli, Carlos Aranciaga, explicó este jueves que un fuerte complica las tareas, que se realizan diariamente, de seis a 18, cuando cae el sol. "En la familia estamos destruidos. Mi papá siempre les dijo que era un lugar peligroso, por eso no los acompañaba", lamenta Cintia.
No es la primera vez que mueren pescadores en "la cascada". Es que se trata de un lugar peligroso por la correntada del río y la pendiente del terraplén. La práctica de atarse a la orilla con una soga es común y no es la primera vez que falla. Sin ir más lejos, en marzo murieron ahogados dos pescadores de La Plata.