Es temporada de viajes y la lluvia no es un factor que debemos olvidar a la hora de planear nuestras vacaciones. Siempre nos puede sorprender y por ello, debemos estar preparados. En esta nota de AIM, algunas recomendaciones a tener en cuenta si este fenómeno climático nos encuentra en la ruta.
-Bajemos la velocidad: El agua disminuye la adherencia entre los neumáticos y el asfalto. Hay que hacer maniobras suaves y se necesita una distancia mayor para detener el vehículo una vez que se pisó el freno.
- Vidrios y luces en buenas condiciones: Debemos asegurarnos que los cristales estén limpios (especialmente del lado de adentro) y que las luces funcionen correctamente. Siempre debemos circular con las bajas encendidas. Si no hay niebla o neblina, ¡no uses los faros antiniebla traseros porque encandilan!
- Desempañador funcionando: Debemos prender el aire acondicionado (quita la humedad) y después regular la temperatura a gusto, ya sea fría o más cálida. Que el aire entre desde afuera (no recirculación). Si no tenemo aire acondicionado, bajemos un poco la ventanilla.
. Mantener distancia prudente con otros vehículos: Ir pegado al de adelante, especialmente en ruta y autopista, es una costumbre peligrosa. Se debe viajar a una distancia de entre 5 y 8 segundos del vehículo precedente.
- Aquaplanning o “planeo sobre el agua”. Ocurre cuando el neumático no llega a evacuar toda el agua y pierde contacto con el asfalto. Generalmente pasa al superar un charco a elevada velocidad. En ese caso hay que desacelerar. Ni frenar ni doblar (el auto no va a hacer ninguna de las dos), ya que al recuperar la adherencia podría ser más peligroso.
Vinculado a este punto cabe recordar la importancia de los neumáticos en buen estado. El dibujo (o las canaletas) de las cubiertas es el responsable de "sacar" el agua, y tiene que tener un mínimo de 1,6 mm de profundidad. Truco casero: podés medirlo con una moneda de un peso. Si no, hay unos indicadores en los surcos del neumático. Cuando la banda de rodamiento está tan gastada que coincide con ellos, es hora de cambiarlos.
- Anticipemos nuestras maniobras: Esto también aplica con piso seco, pero con lluvia es todavía más importante. Siempre es necesario usar las luces de giro si vas a doblar o cambiar de carril y las balizas si te vas a detener. Y no te olvides de empezar a frenar un poco antes de lo habitual, porque vas a tardar más en detener el auto.
- Limpiaparabrisas en funcionamiento: Si no están en buen estado es el momento de cambiarlos. De nada sirve el mejor auto si no ves bien.
- Zonas inundadas: Evitemos las zonas con agua acumulada. Si no queda otra debemos recordar que el límite de altura del agua que tu auto puede soportar es el de la toma de aire del motor. Generalmente está al nivel de los faros.
- En caso de que la lluvia se copiosa (abundante) o no, disminuir la velocidad sobre todo en vías rápidas como rutas y autopistas.
- Evitar los carriles que tienen "huellas" producidas por el hundimiento del pavimento