De acuerdo con el documento y la investigación que tuvo una duración de dos años, se ha evidenciado movilidades asociadas al aumento de la temperatura, la sequía y la falta de agua. De lo que se conoce la mayor cantidad de migraciones son a nivel interno, sin embargo, los testimonios de las autoridades locales exponen casos de migraciones internacionales.
"Los nivaclés de Cayin Ô’clim y de Uj’e Lhavos vinieron del Pilcomayo, y eso tiene que ver con el tema de la movilidad, porque ustedes saben que los pueblos chaqueños eran seminómadas. Que esto hasta hoy se nota. Y lo eran porque imagínense, en una situación como el Chaco donde a veces durante medio año hasta ocho meses no cae ninguna gota de lluvia, lógicamente la agricultura sería mortal, o sea, eso no puede ser. Entonces tenían que desarrollar otra economía. Y tenían una economía muy complementaria y para eso necesitaban ser móviles" , señala una persona entrevistada en Argentina y que refleja el estudio.
"Migraciones Ambientales en el Gran Chaco Americano" como se denomina el proyecto, se ha desarrollado a solicitud de un consorcio conformado por 11 autoridades subnacionales, de la sociedad civil, de una organización regional y de la academia. La iniciativa forma parte de la iniciativa "MIgration EU eXpertise+ (Mieux+) que es financiado por la Unión Europea e implementada por el Centro Internacional para el Desarrollo de Políticas Migratorias (Icmpd).
Se trata del primer diagnóstico en la región que aborda esta temática lo que ha obligado a los investigadores y especialistas a implementar una metodología con múltiples herramientas como encuestas de pre-diagnóstico, investigación documental, entrevistas virtuales semiestructuradas, trabajo de campo y sistematización de la información y finalización del documento de lineamientos de políticas públicas.
Durante la investigación se ha entrevistado a más de 210 personas, procedentes de más de 12 pueblos diferentes recorriendo más de 6000 km en dos misiones. Igualmente se ha entrevistado a representantes de las comunidades Aymara (originalmente de la región andina de Bolivia), Chorote, Enhlet Norte, Guaraní, Manjui, Nivaklé, Pilagá, Quechua, Tapiete, Toba, Weenayek y Wichi.
La investigación refleja la preocupación de las autoridades locales por los crecientes desastres ambientales y las profundas condiciones de sequía, eventos que, a su vez, han generado desplazamientos forzados de personas, sobre todo, jóvenes.
"Este documento se alimentó de las tres primeras fases, mientras que el trabajo de campo fue realizado de manera independiente del equipo de investigación debido a que la indagación que debía levantarse obedecía en estricto sentido a recabar información de las autoridades locales y cómo las mismas pueden y deben diseñar políticas públicas" señala Giovanna Tipán Barrera una de las autoras del documento y la investigación.
El proyecto no sólo aporta a la problemática de migraciones ambientales a través de un diagnóstico sobre la temática, sino que proyecta recomendaciones y propuestas desde lo público a través de un documento de lineamientos para política pública sobre migraciones ambientales en el Gran Chaco Americano.
"Las autoridades, a pesar de ser actores protagónicos en el diseño de políticas públicas, expresan que las escasas oportunidades laborales que se ofrece a nivel local constituyen otro de los factores que expulsan a la población, además, los procesos migratorios han desencadenado problemáticas sociales difíciles de contener desde los gobiernos locales que cuentan con presupuestos limitados", relata el informe.
Estas políticas públicas deben responder a los desafíos ambientales, el aumento de la temperatura; la sequía, la escasez de agua y el viento del norte; las inundaciones; el desmonte y los incendios; y los impactos negativos de la construcción de infraestructuras y otros proyectos de desarrollo, detectados en la investigación.
Las conclusiones apuntan a la urgencia de diseñar políticas públicas de migraciones ambientales debido a los desafíos que enfrenta la humanidad en relación al cambio climático y los desastres ambientales, su diseño permitirá abordar de manera efectiva las necesidades de los migrantes ambientales, proteger sus derechos y brindar asistencia.
El Gran Chaco Americano, con 9 millones de personas, más de 1,1 millones de km2 ubicados en Paraguay, Bolivia, Argentina y Brasil es una región extensa que abarca diferentes ambientes ecológicos y condiciones climáticas extremas agravadas por la crisis climática y una elevada tasa de desmonte y se han construido múltiples proyectos de infraestructuras, con escasos beneficios para la población local.
En él habitan poblaciones indígenas de diferentes etnias, así como poblaciones criollas, cuyas formas y medios de subsistencia están estrechamente vinculados al territorio y están siendo fuertemente influenciados por la degradación ambiental.
Fuente: Diario Norte (Argentina)