Se trata del cabo segundo de la Prefectura Naval, Jorge Eduardo López, quien fue a la guerra sin que sus padres lo supieran. Este viernes fue notificada su hermana, Claudia, que había dejado una muestra de ADN.
Otro soldado caído en la Guerra de Malvinas -enterrado en el cementerio de Darwin-fue identificado por el Equipo de Antropología Forense. Se trata del cabo segundo de la Prefectura Naval, Jorge Eduardo López, quien murió el 10 de mayo de 1982, a los 19 años. Su reconocimiento forma parte del Plan Proyecto Humanitario con el que ya 121 soldados argentinos recuperaron su identidad.
López ya formaba parte de la Prefectura. Y pidió ir como voluntario para participar de la defensa de la soberanía en las Islas Malvinas, cuando se desató el conflicto bélico en abril de 1982. Vivía en Tigre junto a sus padres, María Magdalena Caldeiro y Juan Carlos López, y su hermana menor, Claudia, que tenía 14.
Jorge se fue sin la aprobación de sus padres, quienes no llegaron a despedirlo porque no sabían que había embarcado para las islas: Jorge les había dicho que se alistaba para viajar a Puerto Belgrano.
El cabo López formó parte de los 25 tripulantes del Buque Islas de Los Estados, que tenía como objetivo llevar víveres y suministros al Regimiento N.º 5, que se encontraba aislado y sin provisiones en el puerto Yapeyú.
Se trata del cabo segundo de la Prefectura Naval, Jorge Eduardo López, quien fue a la guerra sin que sus padres lo supieran. Este viernes fue notificada su hermana, Claudia, que había dejado una muestra de ADN.
Otro soldado caído en la Guerra de Malvinas -enterrado en el cementerio de Darwin-fue identificado por el Equipo de Antropología Forense. Se trata del cabo segundo de la Prefectura Naval, Jorge Eduardo López, quien murió el 10 de mayo de 1982, a los 19 años. Su reconocimiento forma parte del Plan Proyecto Humanitario con el que ya 121 soldados argentinos recuperaron su identidad.
López ya formaba parte de la Prefectura. Y pidió ir como voluntario para participar de la defensa de la soberanía en las Islas Malvinas, cuando se desató el conflicto bélico en abril de 1982. Vivía en Tigre junto a sus padres, María Magdalena Caldeiro y Juan Carlos López, y su hermana menor, Claudia, que tenía 14.
Jorge se fue sin la aprobación de sus padres, quienes no llegaron a despedirlo porque no sabían que había embarcado para las islas: Jorge les había dicho que se alistaba para viajar a Puerto Belgrano.
El cabo López formó parte de los 25 tripulantes del Buque Islas de Los Estados, que tenía como objetivo llevar víveres y suministros al Regimiento N.º 5, que se encontraba aislado y sin provisiones en el puerto Yapeyú.
Aquel día, en medio de la travesía, el buque fue alcanzado por la artillería inglesa mientras navegaba a oscuras por el estrecho de San Carlos, transportando armamento, provisiones y combustible. Quince cañonazos de la fragata británica Alacrity, dieron de lleno en el buque. De los 25 tripulantes, solo dos sobrevivieron al ataque.
Proyecto Humanitario
El cabo López está enterrado en la tumba D.A.4.3 del Cementerio Argentino de Darwin, en las islas, donde más de la mitad de las tumbas figuraban sin nombre. Del total de 649 argentinos que murieron en la guerra, 237 fueron enterrados allí con una frase: "Soldado argentino solo conocido por Dios".
Para su identificación, su hermana Claudia, aportó su muestra de ADN. Esta mañana, fue notificada oficialmente de la identificación de su hermano, a través del secretario de Justicia de la Nación, Juan Martín Mena, junto a Carlos Somigliana -del Eaaf-, la escribana Vanina Capurro de la Escribanía General de la Nación y el psicólogo Mariano Flores, del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
Con López, ya son 121 los combatientes que han sido identificados en el marco del Plan de Proyecto Humanitario (PPH) que el Ministerio de Justicia y Ddhh lleva adelante desde el año 2012, cuando a pedido de un grupo de madres, familiares, y excombatientes, la entonces presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, requirió la colaboración del Comité Internacional de la Cruz Roja para llevar a cabo la difícil tarea de identificar a todos los héroes nacionales que descansaban en el cementerio de las islas.
En abril de este año, el gobierno británico de manera unilateral había suspendido el proceso de identificación de soldados argentinos enterrados en Malvinas. La decisión que derivó en una nueva queja de la Cancillería argentina, además, fue calificada de “bajeza” por parte del gobierno de Tierra del Fuego.