Un estudio del British Antarctic Survey reveló que la escasez récord de hielo marino en 2023 causó una alta mortalidad de polluelos de pingüino emperador, la segunda más grave desde 2018.
Miles de polluelos de pingüino murieron en la Antártida el año pasado como consecuencia del creciente deshielo. Según el British Antarctic Survey (BAS), el nivel récord de escasez de hielo marino antártico a finales de 2023 provocó el fracaso de la reproducción en una quinta parte de las colonias de pingüinos emperador del continente.
El estudio se publicó en la revista Antarctic Science este jueves (25.04.2024), Día Mundial del Pingüino. Utilizó datos de satélite para revelar el alcance del impacto de la ruptura temprana del hielo marino en el ciclo reproductor de los pingüinos.
Si el hielo marino en el que se cría una colonia se rompe antes de que los polluelos hayan desarrollado plumas impermeables, lo que se conoce como volantón, tienen pocas posibilidades de sobrevivir.
Los polluelos que entran en el agua antes de volar experimentan tasas de mortalidad elevadas o incluso totales en una colonia. Incluso si permanecen en una placa de hielo flotante o en un témpano que se ha desprendido, sus posibilidades son escasas porque sus padres tienen dificultades para encontrar y alimentar a sus crías.
Catorce de las 66 colonias se vieron afectadas en 2023, frente a las 19 del año anterior, según el análisis presentado en la revista Antarctic Science. Los fracasos reproductivos son consecuencia directa de la pérdida sin precedentes de hielo marino en la región en los últimos años debido al cambio climático.
Tanto en 2022 como en 2023 se registró una extensión de hielo marino estival extremadamente baja.
Pingüinos emperador, al borde de la extinción a finales de siglo
Se calcula que actualmente quedan varios cientos de miles de pingüinos emperador en libertad. Según las previsiones, esta carismática especie podría estar prácticamente extinguida a finales de siglo si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando a los niveles actuales.
Sin embargo, Peter Fretwell, experto de BAS, también ve motivos para la esperanza: hay indicios de adaptación, sobre todo en las colonias más gravemente afectadas, y las aves podrían estar desplazándose a otras zonas.
El pingüino emperador (Aptenodytes forsteri) mide más de un metro de altura y es la especie de pingüino más meridional. Durante la mayor parte del año, de abril a enero, dependen del hielo marino estable que está conectado con tierra firme.
Ponen sus huevos entre mayo y junio. Los polluelos tardan unos 65 días en nacer y no empluman hasta diciembre y enero, el verano antártico.
Los análisis del BAS se basaron en imágenes de alta resolución de los satélites gemelos de observación de la Tierra llamados Sentinel-2, que forman parte del programa Copernicus. Los satélites Sentinel-2 sobrevuelan la misma órbita sobre la costa antártica aproximadamente una vez a la semana y el archivo se remonta a 2018.
Fuente: Agencia DW