El flamante canciller seguirá con una iniciativa que ya venía analizando su antecesora, Diana Mondino, para reducir gastos diplomáticos. Las autoridades nacionales señalan que un embajador cobra, en promedio, 20 mil dólares.
Tras la repentina y polémica salida de Diana Mondino de la Cancillería, este lunes asumiría en su lugar Gerardo Werthein, quien hasta el momento era embajador en los Estados Unidos y que llegará al nuevo cargo con una primera misión: reducir los gastos diplomáticos.
Esta idea, que ya venía siendo analizada por su antecesora, será una de las medidas inaugurales de su gestión al frente del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto, que ya venía teniendo conflictos con los representantes argentinos en el extranjero.
De acuerdo con lo que precisaron a Infobae fuentes oficiales, puntualmente en lo que se avanzará en los próximos días es, por un lado, en el cierre de todas aquellas embajadas y consulados ubicados en los países con los que el Estado no tenga un fuerte vínculo comercial.
En su lugar, el Gobierno dejaría en esos sitios Agencias Nacionales, que servirán como organismo delegado de la Argentina, que continuarán con todas las tareas necesarias (trámites y asistencia a ciudadanos que se encuentren allí), pero con menos personal y financiamiento.
Todavía, sin embargo, no está definida la lista de los edificios que serán dados de baja y en la Casa Rosada insisten en que la misma será definida por el nuevo canciller una vez que asuma sus funciones.
Como principal argumento, la cúpula libertaria señala que, en la actualidad, “los embajadores cobran entre 15 y 20 mil dólares por mes, por lo que cada uno de ellos tiene un sueldo promedio de 20 mil dólares”, a pesar de que, a su entender, varios de ellos son prescindibles.
De hecho, otra de las medidas que se tomarían a la brevedad, y que saldrá por Decreto, es una reforma completa del sistema diplomático, que incluirá limitaciones en los gastos que los enviados pueden hacer en concepto de viajes, por ejemplo, además de una reducción salarial.
“Hoy me reuní con un diplomático de carrera italiano y le conté esta idea que tenemos en mente. Me dijo que está muy bien, pero que lo único que no vamos a poder hacer es meternos con lo que ganan los embajadores. Bueno, lo mismo decían de los piquetes. Vamos a ver si no lo podemos hacer”, advirtió un funcionario nacional.
Tal como precisó este medio, El flamante jefe de la diplomacia argentina estuvo ayer en la Residencia Presidencial de Olivos, reunido con Javier Milei. El Presidente lo convocó para deliberar sobre el armado de la nueva Cancillería, tras la salida brusca de Mondino, y repasar las prioridades del frente externo.
Para formalizar su designación, Milei le tomará juramento a Werthein hoy a las 18:30 en el Salón Blanco de la Casa Rosada. Será un evento breve, con presencia de los ministros del Gabinete, embajadores, diplomáticos ligados al nuevo canciller, y familiares del nuevo ministro. Durante el día, el funcionario continuará trabajando en el Palacio San Martín para terminar de darle forma al esquema de trabajo que lo escoltará.
Desde hace algunos meses, el Gobierno lleva adelante una ofensiva contra el Servicio Exterior, ya que entiende que algunos de ellos tienen “privilegios” que se deben terminar. Además, cuestiona la política exterior que el país siguió hasta el momento y quiere que el nuevo canciller se despegue de esa línea, como la Agenda 2030.
De hecho, a inicios de octubre, la Justicia falló a favor de la Asociación Profesional del Servicio Exterior de la Nación (Apsen) y Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), en el reclamo contra el pago del Impuesto a las Ganancias por el adicional que perciben por prestar servicio en el exterior.
En agosto, en un hecho sin precedentes, los diplomáticos llevaron adelante una medida de fuerza por este tema que, entre otras cuestiones, dificultó trámites consulares y, por ejemplo, en el edificio de la Cancillería en el barrio de Retiro, hubo ascensores y escaleras inhabilitadas entre 17 y 17:30.
“Quienes no se encuentren en condiciones de asumir los desafíos que depara el rumbo adoptado en defensa de las ideas de la libertad, deberán dar un paso al costado”, advirtió el propio presidente Milei semanas atrás, en una carta que firmó y que envió a todo el cuerpo diplomático, cuanto todavía resistía la salida de Mondino.