Los asesores de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia de la Legislatura porteña se reunieron este martes para trabajar sobre los proyectos de reforma del Código Contravencional y del Código Procesal Penal. Al encuentro asistieron representantes de movimientos culturales, quienes rechazaron la iniciativa, según confiaron fuentes parlamentarias a AIM. Mientras tanto, fuera del organismo, hubo protestas con shows circenses, de malabares y una murga entonó varias canciones populares. Movimientos culturales temen que esta medida sea antecedente para aplicarla en todo el país.
Según pudo saber AIM, para avanzar con la reforma del Código Contravencional, este martes, se reunieron los asesores de los diputados, que integran las comisiones de Asuntos Constitucionales, y de Justicia.
La reunión contó con la presencia de representantes provenientes de movimientos culturales, teatro y músicos callejeros, quienes expresaron su disconformidad con la reforma contravencional, y argumentaron su derecho a la expresión artística en el ámbito público.
En ese marco, los asesores decidieron continuar el debate en reuniones futuras para avanzar con la iniciativa, tal como lo solicitó el Poder Ejecutivo local.
Protestas culturales
Mientras tanto, los artistas callejeros de la Ciudad de Buenos Aires marcharon a la Legislatura porteña para manifestarse en contra de las modificaciones al Código Contravencional. El conflicto se debe a que con los cambios que se prevén realizar en la norma, contempla las denuncias por ruidos molestos que provengan de la vía pública. Éstas podrán ser anónimas y se establecen multas que podrían alcanzar los dos mil pesos, cinco días de arresto o hasta diez días de trabajo de utilidad pública.
Durante la protesta hubo shows circenses, de malabares y una murga entonó varias canciones populares.
En ese sentido, los artistas consideraron que con la reforma “se reforzaría el accionar de las fuerzas represivas contra los artistas callejeros” y advirtieron que “es una medida más del plan de guerra llevado adelante por el Estado contra los trabajadores, de la mano del acuerdo con el FMI”. Asimismo, señalaron que “a la precaria situación que vivimos los artistas, se le suma la ofensiva del Gobierno para cercenar aún más los lugares donde poder trabajar y ejercer un mayor control sobre la calle y el espacio público”.