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Política
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Bueno, pero no tanto

Wilber, el Einstein de la conciencia.
Wilber, el Einstein de la conciencia.

Todos sabemos, o creemos saber, qué es la bondad, qué es ser bueno. Pero cuando nos piden definiciones más precisas, la cosa puede no ser tan sencilla, aunque la dificultad preocupe quizá más a los buenos que a los malos.


Una definición alude a la inclinación o tendencia natural a hacer el bien; pero surge la objeción de que el concepto definido está en la definición.

Podemos admitir provisoriamente que bondadoso es el que evita el sufrimiento de una comunidad o a una persona, realiza el bien en beneficio de los demás; como dijo Schopenhauer, el que trata de no aumentar la suma de sufrimiento en el mundo.

Cuando pasamos del ámbito de las ideas al de la calle, las cosas se complican un poco porque allí están la política y la moral. Agregando una a la otra sin agitar bien, se ha obtenido algo bautizado como "buenismo", y que es la actitud del que tiende a rebajar la gravedad de los conflictos que enfrenta, "cede con benevolencia o actúa con excesiva tolerancia".

La tolerancia es la aceptación del derecho de cada uno a expresar su opinión aunque no coincida con los demás. Quizá la definición de buenismo lo considere "excesivo" cuando se confunde con la aceptación del error. Y es así porque frente a la tolerancia sin límite están los que entienden que se deben tolerar las personas pero no las ideas erradas. Surge entonces otra cuestión: el relativismo como condición propia de toda la inteligencia moderna.

El buenismo tiene un aspecto político en cierto sentido impolítico, pero muy popular estos días, porque introduce por la puerta trasera la idea de la excelencia ética de los buenistas, que ellos aprecian y defienden mucho.

La palabra "buenismo" fue introducida en castellano por la derecha política española posterior al franquismo, para caracterizar a ciertos sectores de la izquierda hoy cobijados bajo el concepto difuso de "progre".

El origen de la palabra se vincula con las tendencias políticas dirigidas a endulzar la definición de Estado de Max Weber: Una institución que monopoliza la violencia dentro de un territorio con fines de dominación.

El propósito de Weber era favorecer la potencia nacional alemana, que tuvo expresiones crueles que dieron forma a todo el siglo XX. La política entonces se mostró de manera muy descarnada, más de lo que convenía, y el calmante agregado fue el buenismo.

El psicólogo estadounidense Ken Wilber hizo hace años un análisis de distintas posiciones individuales y colectivas, que relacionó con el desarrollo de la personalidad. Una de ellas está simbolizada por el "meme verde" y se aviene con el buenismo. Wilber sostiene que algunas pretensiones "espirituales" de la Nueva Era son en realidad extremadamente narcisistas, y engloba sus manifestaciones como "boomeritis".

Recalca que la boomeritis es muy opresiva, pero disfrazada de amor y liberación. Adivinamos sobre la opresión, que corresponde a la política y a la definición de Weber, el dulce del buenismo agregado.

El empalagoso pluralismo de los buenistas no es la manera de acabar con la opresión, más bien sirve para consolidarla.

Se trata según Wilber de un "pluralismo de tierra chata que empieza diciendo que todas las perspectivas deben tratarse con justicia y acaba diciendo que todas las perspectivas deben tratarse igual".

En definitiva, es de mal gusto para el buenista expresar convicciones firmes, ya que pueden afectar al otro, y ninguna circunstancia puede albergar una convicción que no tiemble y termine cediendo.

Para Wilber, el "meme verde" en su aspecto tóxico ataca sobre todo a los grupos alternativos que apuestan por el cambio, y por eso procura una transición sana hacia memes de otros colores -amarillo, turquesa- en la vía progresiva de la humanidad.

"Conocer y nombrar la parte 'tóxica' del meme verde es quizás la única forma de inmunizarnos, sanarlo y así poder superarlo, facilitando el crecimiento emocional y espiritual dentro de nosotros y nuestros grupos de trabajo".
De la Redacción de AIM.

Ken Wilber creador consciencia

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