Nuestra Vía Láctea podría haber colapsado de forma violenta en el pasado con una de sus vecinas más pequeñas, lo cual habría ocurrido hace cientos de millones de años. Ahora, los investigadores creen que han encontrado a esa otra protagonista: Antlia 2.
Según estudio publicado en arXiv, la galaxia enana fue descubierta recientemente gracias al satélite Gaia de la Agencia Espacial Europea. Antlia 2 ha sido descrito como un “fantasma de una galaxia” porque es extremadamente difuso. Es débil para su tamaño y tiene el brillo superficial más bajo de cualquier galaxia descubierta hasta ahora. Es casi tan grande como el mayor compañero de la Vía Láctea, la Gran Nube de Magallanes, pero 10.000 veces más débil.
La autora principal del paper, Sukanya Chakrabarti, realizó simulaciones dinámicas de nuestra galaxia en 2009 y predijo la ubicación de una pequeña galaxia formada en gran parte por materia oscura que podría haberse puesto en el camino de la Vía Láctea.
Cicatrices de una gran choque estelar
El observatorio espacial del Gaia está creando actualmente un completo mapa 3D de miles de millones de estrellas en la Vía Láctea y sus galaxias vecinas. Los investigadores esperan obtener más información sobre el movimiento de las estrellas dentro de Antlia 2 a partir de los próximos datos publicados por Gaia para determinar su distribución de la materia (visible y oscura) y si la pequeña galaxia realmente se despedazó por chocar con la Vía Láctea.
Observaciones previas hechas con el Telescopio Espacial Hubble muestran que las colisiones entre galaxias no son una rareza en el universo y más bien son algo frecuente. Hay evidencia que apunta a que las fusiones que suelen acompañar a estos violentos eventos propiciaron el crecimiento del tamaño de las galaxias que nacieron en los primeros cientos de millones de años después del Big Bang.