Por Fundación Barbechando, especial para AIM. El objetivo de la iniciativa es “el fomento, promoción y fortalecimiento de políticas, programas, proyectos y acciones para el desarrollo de la agroecología como sistema integral de producción, comercialización, agroindustrialización y consumo de alimentos, con centralidad en su carácter sustentable en lo social, económico, cultural y ambiental”.
Mediante un acto virtual en el que participaron las máximas autoridades del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el de Ciencia, Tecnología e Innovación, el Inta, el Conicet y otras organizaciones sociales, los diputados oficialistas Leonardo Grosso (FDT-Buenos Aires) y José “Pitín” Aragón (FDT-Corrientes) presentaron un proyecto de ley de fomento a la agroecología.
“Hay que cambiar la mirada antropocéntrica por una biocéntrica de forma tal de ser parte de un sistema y no los dominadores de él. Tenemos la gran oportunidad de promover sistemas que incluyan a los campesinos, a las agriculturas familiares para ser actores relevantes de la producción de alimentos, con el equilibrio que tiene la diversidad de la vida”, señaló el ministro Luis Basterra durante el encuentro.
El diputado y presidente de la Comisión de Recursos Naturales, Leonardo Grosso (FDT-Buenos Aires), afirmó que esta ley “pretende resolver uno de los principales problemas ecológicos que tiene Argentina, que es la producción agropecuaria” y que “no es contra nadie, sino que es para crear un modelo alternativo de producción usando practicas sustentables”.
Las claves del anteproyecto
-El texto define la agroecología como un “paradigma que incluye elementos técnicos, ecológicos, científicos y de organización social para la producción de alimentos y otros bienes primarios o rurales desde un enfoque holístico e integral”.
-En el artículo 3 se afirma que serán incluidos dentro del programa los sistemas de producción que se caractericen por ser “sustentables y energéticamente sostenibles, con reducida dependencia de insumos externos, promoviendo la utilización y circulación de materiales locales”, además de aquellos que “promuevan una producción sustentable y sostenida de alimentos sanos y el acceso a los derechos de alimentación variada, sana y nutritiva”.
-La iniciativa afirma que no serán parte aquellos sistemas “que usen productos químicos de síntesis (plaguicidas, fertilizantes, hormonas, etc.) y organismos genéticamente modificados”.
-El artículo ocho, y el que tal vez genere más problemas con la agricultura convencional, propone que “queda prohibido el ejercicio de actividades por parte de terceros que vulneren o restrinjan el derecho a ejercer libremente el desarrollo de la producción agroecológica”.
-Se propone la creación de un registro nacional de productores, en el que se pondrán anotar y quedarán identificados los productores agroecológicos, y un etiquetado específico para productos agroecológicos.
-La autoridad de aplicación será en primera instancia el ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y los beneficiarios serán “los productores y productoras rurales, perirubanos y urbanos que realizan sus actividades de forma individual, familiar, colectiva, comunitaria o asociativa, incluyendo trabajadores y trabajadoras rurales”. Serán priorizados los agricultores campesinos e indígenas y a sus organizaciones.
-En este sentido se creará el Sistema Participativo de Garantía para la Producción Agroecológica (Spgpa) en el ámbito del ministerio, para “garantizar un proceso participativo, con arraigo territorial y colectivo para el desarrollo de la normativa, la puesta en práctica y verificación de los sistemas de producción y elaboración, de manera integral y periódica de la producción agroecológica”.