En la Legislatura se trata el proyecto de Ley para crear el Colegio de Enfermeros de Entre Ríos. La norma impondría una matrícula rentada que hoy es regulada por el Ministerio de Salud de forma gratuita. También otorgaría poder a una nueva institución que fragmentaría aún más la unidad de los trabajadores de salud, quienes hoy están sindicados en gremios de empleados públicos.
El Senado tratará en comisión esta semana la creación del Colegio de Enfermeros. La norma que parece beneficiosa para el sector es un caballo de Troya, que traerá consigo la fragmentación de la unidad de los trabajadores de salud y esconde intereses económicos, ya que impondrá un arancel para matricularse a los profesionales.
Si la Ley prospera, el Colegio será quien tenga la potestad de otorgar la matricula, lo que implicará un arancelamiento que hoy el Ministerio de Salud lo realiza de forma gratuita. El cost, quizás no sea significativo para quienes estén en ejercicio de la profesión, pero podría perjudicar a los suplentes quienes podrían perder la matricula si la dejan de pagarla por seis meses.
Además, la norma busca regular un campo que ya está regido por Leyes provinciales, por lo que la sospecha de profundizar la fragmentación de la unidad en la lucha y del fomento del corporativismo podría ser un arma de doble filo.
Ahora, la discusión se dará las comisiones del Parlamento, pero para el debate se debería convocar a los propios trabajadores y gremios que actualmente los representan, ya que sino la duda del verdadero fin de la iniciativa de beneficiar a unos pocos que manejarían el Colegio quedará expuesta.
El debate es complejo y plantea una disyunción trascendental para los enfermeros públicos y privados de Entre Ríos: avanzar en el corporativismo y restringir el ejercicio de la profesión; o que el Estado garantice la gratuidad de la matriculación y sostenga el control de los profesionales como lo viene realizando.