En lo que concierne a las políticas de género, la referente del feminismo entrerriano, Lucy Grimalt, analizó para AIM que su desmantelamiento “va en desmedro para sostener cada una de las actividades y programas tan necesarios para la población que está en situación de vulnerabilidad”.
“Las políticas de género que están diseñadas y dirigidas desde hace muchísimos años para garantizar derechos, tratar de ir salvando las desigualdades que existen en nuestra sociedad, con el Gobierno del presidente Milei están siendo desfinanciadas y no se están aplicando desde una perspectiva con la que fueron pensadas”, afirmó Grimalt a esta Agencia.
Las consecuencias de esto “las estamos viviendo porque por un lado están siendo desfinanciadas, no cuentan con el financiamiento que ya estaba previsto, sino que nos encontramos ante una subejecución que se traduce en que haya menos insumos, que no sean distribuidos en las provincias y que la falta de los mismos se vea concretamente en la atención de lo que requiere la población”.
El otro gran problema que existe, remarcó Grimalt, “es que a nivel nacional muchos de estos programas están siendo vaciados de recursos humanos, profesionales de distintas disciplinas que no se les ha renovado el contrato, no se les dan las directivas para que puedan seguir haciendo su trabajo. Esto va en desmedro para sostener cada una de las actividades y programas tan necesarios para la población que está en situación de vulnerabilidad”.
Al no haber rectoría directa desde Nación en políticas de niñez o de género se hace difícil “trabajar todo lo que es la cuestión preventiva y de asistencia en relación a las violencias que sufren mujeres, niñas y adolescentes. Esto se siente en las provincias porque no hay un ida y vuelta para estar monitoreando todo el tiempo qué es lo que se hace en el territorio efectivamente para estar identificando barreras y problemas para que la asistencia que se deba dar, o la promoción de ese derecho, o la posvención después de que el hecho ocurrió, es necesario monitorear y revisar todo el tiempo para corregir. Todo eso que era una asistencia permanente y un ida y vuelta entre los programas nacionales hoy no existe, hay un silencio total de Nación hacia la provincia y eso después se ve reflejado en el territorio”.
Grimalt señaló: “Todavía no podemos hablar de estadística, de datos duros en relación al impacto que está teniendo en la población que se asiste; es necesario que transcurra todo el año para después comenzar a recoger los datos estadísticos, por ejemplo, de qué manera la falta del programa Acompañar para víctimas de violencia de género ha repercutido en aquel listado ya previsto de mujeres que estaban en situación de violencia y que ya estaban clasificadas para ser beneficiarias del mismo”.
Explicó al respecto que: “Cuando no llegan los recursos que ya estaban previstos y planificados y que se ejecutaban en Entre Ríos hace que se comience a producir un efecto dominó, porque es necesario que ese organismo provincial tenga que usar presupuesto para cubrir el faltante de determinado insumo que venía de Nación y que hoy hay una demanda concreta y hay que cubrirla porque sino la vida de la persona corre peligro. Hay toda una serie de hechos que se van concatenando ante el retiro del Estado nacional de políticas públicas necesarias para ir combatiendo las desigualdades económicas, sociales, pero fundamentalmente en el caso de mujeres, niñas y adolescentes para ir tratando de acortar esa brecha de desigualdades que efectivamente existe y que en un contexto donde las poblaciones son vulnerables se hacen mucho más grandes”.
En el proyecto de presupuesto 2025 “vemos cómo se reducen trágicamente los presupuestos para sostener lo que llevaba adelante en su momento el Ministerio de las Mujeres”. Este fue una construcción “que llevó prácticamente los 40 años de la democracia desde la primera Secretaría de la Mujer en el gobierno de Alfonsín y con el que se comenzó con un largo camino de ir poniendo en agenda toda la problemática por las desigualdades y brechas de género que existían”.
“El cierre del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad es truncar toda una construcción de ir consiguiendo presupuesto dentro del Gobierno nacional para atender cuestiones urgentes de desigualdades y de desequilibrios”, consideró Grimalt y agregó: “Cuando podamos medir, cuando tengamos los primeros resultados vamos a ver un deterioro en la vida de las mujeres, las infancias y las adolescencias en Entre Ríos y Argentina toda”.