La situación de las travestis en Entre Ríos es “muy difícil; estamos peor que antes de la pandemia”, afirmó a AIM Iara Aranzazú Quiroga, activista del colectivo. La falta de políticas públicas de contención, el desempleo, la marginalidad, la discriminación y la ausencia de empatía “hacen que sea más difícil subsistir”, afirmó.
Las travesitis luchan constantemente; desde que nacen pugnan por su identidad y, luego, enfrentan a la sociedad y sus prejuicios patriarcales. Antes de la pandemia los números eran alarmantes y, ahora, escalofriantes. La falta de trabajo por discriminación, travesticidios y la muerte prematura parecen crónicas de vidas anunciadas. Pero ellas les ponen el cuerpo y enfrentan las adversidades maquilladas, sonrientes y fuertes.
“Antes estábamos mal, pero ahora estamos peor ya que en lo que va de 2020 hubo 60 muertes por ausencia del Estado o por trans-travesticidios; 47 de ellas durante la cuarentena”, contó Iara a esta Agencia, quien recordó que la expectativa de vida de un travesti oscila entre los 35 y 40 años, es decir, la mitad del promedio social general, por lo que sobrevivir se reduce a la prostitución o la extrema precarización como única salida.
En ese marco, lamentó la decisión del intendente de Paraná, Adán Bahl, de despedir a las travestis contratadas: “Al echarnos nos obligó a volver a las calles, porque sabemos hacer muchas cosas pero no tenemos oportunidades”.
“En realidad estamos peor, porque antes del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (Aspo) se podía ejercer el oficio en la calle, pero ahora no se puede salir, por lo que comenzamos a pensar otros emprendimientos con mucho esfuerzo para poder subsistir”, contó Iara, quien precisó que algunas comenzaron actividades de panificación y otras realizan trabajos de costureras: “todas les ponemos el pecho, pero estamos muy complicadas”.
Ante ese escenario, se comenzaron recolecciones de ropa y e insumos para poder ayudar a las travas. “Todo lo que no se use a nosotros nos sirve”, aseguró Iara, quien explicó que “hacemos las cosas con lo que tenemos, pero a veces no nos queda mucha ganancia porque no tenemos las herramientas adecuadas”.
Los interesados en ayudar pueden contactarse con la página de Facebook Reparando Alas Casa Refugio o al teléfono: 3434 06-9107.