La candidata a diputada por el MST-Nueva Izquierda y referente del movimiento Lgbtq+ en Entre Ríos, Keili González, lamentó las reformas que impuso Cambiemos al proyecto de Ley para promover y garantizar derechos en el ámbito laboral para las personas travestis, transexuales y transgénero. Las Cámaras “no pueden seguir aprobando Leyes superfluas que sean letra muerta y que estén lejos de palpar nuestra cotidianidad”, dijo a AIM. 

La eliminación del piso de cargos en el Estado y empresas estatales para las personas travestis, transexuales y transgénero “es muy penoso, justamente porque entendemos que el cupo laboral es una prioridad estratégica para el colectivo trava trans, es decir, estas maniobras por parte del bloque de Cambiemos denota la resistencia por numerosos actores que desconocen absolutamente nuestra realidad”.

Abordar la temática trava y trans desde las políticas de empleo “resulta central para avanzar en la efectiva inclusión e integración de las travas y las trans sin discriminación y en igualdad de condiciones en la sociedad”, subrayó la referente. En este sentido, las políticas de promoción del trabajo digno “deben reconocer las necesidades específicas de nuestra población que nos vimos sometidas históricamente al sistema prostibulario como única opción para generar recursos y que somos especialmente vulneradas por motivo vinculados con su orientación sexual o identidad de género”, aseguró la candidata a diputada.

En ese marco, aseguró que los legisladores “tienen el deber de presentar proyectos que contemplen una mirada integral de las políticas públicas, pensando en la implementación de acciones afirmativas para contribuir a la igualdad de oportunidades, incluyendo y reconociendo la riqueza de la diversidad y que permitan desarrollar acciones específicas para mejorar nuestras vidas más allá de la empleabilidad. Cuando me refiero a la integralidad, me refiero a construir políticas que contemplen los aspectos sociales, culturales, económicos, de la esfera de la salud mental y los biológicos también, porque negar ese factor es un groso error, como lo es la mirada conservadora que lo utiliza con el objetivo de patologizar otras construcciones identitarias”.

“Lo que demostró esta sesión fue el privilegio de la casta política (las fórmulas y nombres repetidos), por lo que nosotras proponemos que seamos nosotras mismas quienes hablemos y que no hablen en nuestro nombre, ya que no queremos que el oportunismo político saque redito partidario”, dijo la activista, quien aseguró que la propuesta del MST “plantea una militancia contrahegemónica con una mirada integral”.

Además, indicó que el Área de Provincial de Políticas de Identidad de Género y Diversidad Sexual, “podría involucrar poner en valor nuestras identidades en la creación de políticas públicas que mejoren la calidad de vida de nuestro colectivo”.